La UE desaconseja a Rajoy «cualquier retroceso» de la reforma laboral

El último informe de supervisión de la economía española elaborado conjuntamente por la Comisión Europea y el Banco Central Europeo (BCE) elogia la «fortaleza» de la recuperación económica, pero advierte de que no debe haber retroceso en las reformas que el Gobierno ha llevado a cabo en los últimos años. Los «hombres de negro» aseguran que la reforma laboral es responsable en buena parte de la gran mejora de la situación económica y desaconsejan vivamente cualquier posibilidad de revertirla.

Aparte de esta advertencia, que parece dirigida más a los partidos de la oposición y a los sindicatos que al Gobierno porque han sido aquellos los que prometen derogar la reforma laboral, el informe llama la atención del riesgo que suponen los últimos movimientos traumáticos en el sistema financiero español y aconseja no dejar de supervisar los eventuales efectos de las posibles sentencias a favor de los que se han visto perjudicados por el triste fin del Popular en las cuentas de su actual propietario, el Santander, sin dejar de mencionar que el sector financiero también se ha beneficiado de la reciperación general de la economía.

El informe es sustancialmente optimista porque «después de haber superado las expectativas en 2016, el crecimiento del PIB español seguirá siendo robusto este año y el próximo» aunque mantiene las advertencias sobre el exceso de endeudamiento y del elevado índice de paro entre los jóvenes y los trabajadores menos cualificados. Pero en lo que respecta a la reforma laboral, el informe reitera que «la fortaleza de la recuperación económica refleja en parte el impacto de las reformas estructurales aplicadas en los últimos años, en particular la reforma del mercado de trabajo que ha facilitado la mejora de la competitividad».

Es más, lejos de ciertas lecturas que se han hecho sobre los efectos de aquella reforma, el informe de la Comisión y del BCE dice que el actual crecimiento «se sustenta en un patrón más equilibrado que antes de la crisis. La demanda interna, y específicamente el consumo privado, fue el principal impulsor del crecimiento, aunque también contribuyeron las exportaciones netas». La mejora de la demanda interna se vincula con la disminución del número de desempleados.

Y como es habitual en los informes de Bruselas, alienta al Gobierno a seguir con una agenda de reformas y modernización de la economía. «Es importante –se afirma– restablecer la agenda de reformas estructurales, evitando cualquier retroceso en las reformas pasadas, con el fin de impulsar el reequilibrio de la economía, hacer volver al mundo laboral a los desempleados y aumentar la productividad y el potencial de crecimiento de España».