El consumo de los hogares perderá dinamismo y crecerá por debajo del 2% en el bienio 2019-2020

BBVA Research destaca que este indicador avanzará seis décimas menos que en el periodo 2017-2018 debido al fin de la demanda embalsada y el menor empuje de la riqueza financiera

ROCÍO RUZ

ABC

BBVA Research cree que e l consumo de los hogares perderá tracción en el bienio 2019-2019 , de forma que crecerá un 1,8% este año y un 1,7% en 2020, lo que supone seis décimas menos que el avance promedio registrado en el periodo 2017-2018 debido al fin de la demanda embalsada y el menor empuje de la riqueza financiera.

Así se desprende del informe 'Situación Consumo' elaborado por el servicio de estudios de la entidad financiera , que destaca que en la primera mitad de año el consumo privado "mantuvo el pulso", ya que, aunque el gasto de las familias aumentó menos de lo esperado entre enero y marzo (0,4% trimestral), la información coyuntural disponible sugiere que habría repuntado ligeramente en el segundo trimestre.

Sobre el menor dinamismo del consumo en la segunda mitad de 2019 y en 2020, el informe destaca tres motivos. En primer lugar, la desaparición de los elementos transitorios que incentivaron el gasto en años precedentes , como la demanda embalsada de bienes duraderos y el impacto de la política monetaria expansiva sobre la carga financiera de las familias.

En segundo lugar, el menor empuje de algunos de los determinantes del consumo, como la riqueza financiera neta, afectada por la volatilidad de las cotizaciones bursátiles y la reorientación del ahorro hacia activos más seguros, pero menos rentables.

En tercer lugar, debido al aumento más modesto de la financiación al consumo y al repunte de la tasa de ahorro, tanto por factores coyunturales, relacionados con la mayor incertidumbre, como estructurales, asociados al envejecimiento de la población.

Por otra parte, el crecimiento del volumen de nuevas operaciones de crédito al consumo se ralentizó hasta el 5,1% en la primera mitad de 2019, doce puntos menos que en el promedio de 2018, en un contexto de estabilidad de los tipos de interés y de repunte de la morosidad.

La moderación del flujo de financiación y el avance de las amortizaciones se tradujeron en una desaceleración del crecimiento del saldo vivo de crédito al consumo hasta el 10,7%. Sin embargo, dado que el stock de crédito de las restantes carteras continuó descendiendo, la participación del consumo en la financiación agregada se incrementó hasta rozar el 8% , en línea con la de otros países de la eurozona, como Francia o Italia.

En el conjunto del año, BBVA Research prevé que la nueva financiación al consumo siga creciendo, aunque a tasas menores que las registradas en 2018, lo que se traducirá en una expansión más acotada del saldo vivo.

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