Los concursos de acreedores caen más de un 25% en 2015
Los concursos de acreedores caen más de un 25% en 2015 - ABC

Concursos de acreedores a la baja... ...y financiación al alza

La mejora de la situación económica y la reactivación del crédito han permitido a las empresas mejorar su salud financiera

MADRID Actualizado: Guardar
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España sigue teniendo graves desequilibrios económicos pese a la recuperación de las cifras macroeconómicas, pero hay cosas que han mejorado estos años, y entre ellas está el número de empresas que se declara en concurso de acreedores, que ha bajado considerablemente. El año pasado 4.777 empresas se declararon en concurso, lo que supone una caída de un 26% en relación al año anterior. Si se analizan los datos por trimestres se aprecia una caída continuada desde finales de 2013 del número de empresas que acuden a esta figura de amparo que supone algo así como congelar las deudas de las empresas que se declaran insolventes para que, una vez reorganizadas, cobren sus deudas el mayor número posible de acreedores.

Las cifras de concursos de 2015 se asemejan bastante a las de 2009 y quedan ya muy lejos de los casi 9.000 concursos que se declararon en el año 2013.

Los sectores que tuvieron mayor peso en la actividad concursal en 2015 fueron los de construcción, servicios e inmobiliario, que representaron el 58%, aunque ha habido mejoras. Así, por ejemplo, el número de concursos declarados por empresas inmobiliarias ha descendido en un 25% en 2015 respecto al año anterior, lo que supone en términos absolutos 263 concursos menos. El sector inmobiliario y el de construcción representan el 33% del total de concursos registrados el año pasado, aunque el sector inmobiliario sigue acaparando el 17% sobre el total de concursos, mientras que el sector servicios ha ido ganando peso porcentual respecto al año 2014.

Juan Carlos Robles, vicepresidente del Registro de Expertos en Economía Forense (Refor), cree que "el peso del sector inmobiliario en los concursos de acreedores es el reflejo del peso de esta actividad en la economía española. Desde 2003 la construcción, el principal sector afectado por la crisis por el alto componente financiero que precisa, constituía el grueso de los concursos con más del 60%, pero que a partir de 2010, por efecto dominó se ha contagiado al sector servicios, comercio y a todos los sectores".

Por tamaños, las estadísticas señalan que los concursos siguen siendo pequeños, ya que sólo 321 de las 4.777 compañías que acudieron a ellos tenían unos activos superiores a los 10 millones de euros, lo que supone que son menos del 7% del total. El tamaño medio de los activos de las empresas en 2015 siguió cayendo el año pasado, hasta los 3,9 millones de euros.

Por zonas geográficas el Mediterráneo y el centro de España son desde 2011 las áreas más activas en concursos publicados. Sólo las provincias de Barcelona, Madrid y Valencia registraron alrededor del 42% de los concursos publicados hasta finales del año pasado.

En este contexto los expertos en economía forense del Consejo General de Economistas prevén que este año 2016 continúe la bajada en el número de concursos de acredores pero, sin embargo, suban los acuerdos perconcursales de refinanciación y también las mediaciones concursales.

Así, desde noviembre de 2011, fecha de la reforma concursal que introdujo la posibilidad de homologar los acuerdos de refinanciación de deudas, hasta el 30 de diciembre de 2015, se han producido 156 acuerdos, aunque la mayoría se tuvieron lugar en 2014 y 2015, a raíz de las reformas introducidas en abril de 2014 para facilitar la refinanciación y reestructuración de la deuda empresarial.

La homologación judicial de la refinanciación de los pasivos, que tiene como ventaja que permite la extensión de los mismos a los acreedores que no estén conformes o que no lo hayan suscrito, supone su publicación en el Boletín Oficial del Estado, o lo que es lo mismo, hacer públicas las cuentas de la empresa, a lo que muchas empresas se resisten en aras de preservar la intimidad de sus números y, sobre todo, de sus deudas. Como consecuencia de lo anterior, el Registro de Expertos en Economía Forense considera que los acuerdos de refinanciación que se producen en nuestro país son mucho más numerosos que los que aparecen reflejados en las estadísticas.

El 90% se liquidan

En todo caso no hay que perder de vista que, pese a todas estas herramientas para que las empresas en dificultades paguen a sus acreedores mediante quitas y aplazamientos, alrededor del 90% de los concursos de acreedores acaban en liquidación.

La otra cara de la moneda es la mayor facilidad de acceso a la financiación, propiciada en buena medida por los estimulos monetarios lanzados por el BCE. El Banco de España ha constatado en uno de sus últimos informes que "ha habido una demanda de financiación procedente de las pymes y también por parte de las grandes empresas, al hilo del descenso del nivel general de los tipos de interés, a lo que han contribuido también las menores necesidades de recursos para reestruturaciones de deuda y para fusiones y adquisiciones. En España las expectativas relativas a la actividad económica en general podría haber inducido a criterios menos restrictivos por parte de las entidades a la hora de conceder financiación, a lo que se ha unido un incremento de las presiones competitivas".

Ahorro privado

Desde Refor sin embargo se sostiene que "no se aprecian mejoras significativas en materia de acceso a la financiación. De hecho, en 2015 el acceso al crédito por parte del sector privado ha sido prácticamente nulo. A septiembre de 2015 el acceso al crédito se había reducido en un 5,45%, lo que indica que la recuperación está siendo sostenida casi integramente por el ahorro privado".

Una de las paradojas de las declaraciones concursales es que España ha sido uno de los países más afectados por la crisis pero, al mismo tiempo, uno en los que menos concursos se declaran. En 2014, por ejemplo, en España se declararon 6.392 concursos mientras que en Alemania superaron los 120.000 y en Italia los 145.000. "Esta enorme diferencia es fruto de la escasa confianza que el sistema de resolución judicial de las insolvencias tiene en España, al ser un procedimiento demasiado procesalista, con una altísima concentración decisoria en el juez, sumado a la pertinaz negativa de dotar de medios a los juzgados españoles", asegura Juan Carlos Robles.

En definitiva, desde el Refor se sostiene la tesis de que "las 27 modificaciones de la Ley Concursal han introducido mejoras pero, pese a ello, los procedimientos siguen siendo farragosos, lentos y poco eficientes. El sistema debe dar un giro de 180 grados para adaptarse a las necesidades de las empresas en concurso ya que, por ejemplo, los administradores concursales apenas cuentan con autonomía para adoptar decisiones estratégicas".

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