El colapso en la administración llega a la renta mínima: el Gobierno no ha aprobado ni un 1% de las solicitudes
De las más de 700.000 solicitudes presentadas se le ha dado el visto bueno a 3.966, según el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones
El caos en la administración no solo afecta a los tiempos de cobro de los ERTE. Ahora también condiciona las solicitudes para recibir el ingreso mínimo vital, la medida estrella del Gobierno y con la que calculaban beneficiar a unos 850.000 hogares, unos 2,3 millones de personas, para reducir en un 80% la pobreza extrema de España. Esta renta mínima se puede solicitar desde el pasado 15 de junio, y según el propio ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, en poco más de mes y medio ya habían recibido más de 700.000 solicitudes. Sin embargo, tal y como ha adelantado La Información, el propio ministerio ha reconocido desde el portal de transparencia que hasta el el 7 de agosto solo se habían aprobado 3.966 solicitudes . Es decir, ni un 1% de las peticiones.
A las solicitudes aprobadas hay que sumarle los 74.000 a los que el Gobierno abonó la ayuda desde el primer momento. En cualquier caso, actualmente tan solo cerca de 80.000 familias son la beneficiadas de esta ayuda, menos del 10% de lo calculado por el Ejecutivo.
El motivo de estos retrasos son varios. El más importante de todos es la importante carga de trabajo que están teniendo los funcionarios de Seguridad Social, sin apenas refuerzos en la plantilla , lo que retrasa la tramitación de las solicitudes recibidas. Un hecho parecido a lo que se ha vivido, y se sigue viviendo, con los pagos de los ERTE, que tras el alud recibido en los peores meses de la pandemia, los retrasos en el abono de la prestación fueron generalizados.
Esta carga de trabajo ya la denunciaron hace pocas semanas desde el sindicato CSIF. «Los trabajadores doblan turnos, trabajan los siete días de la semana, aportando sus propios recursos técnicos. Cada empleado está tramitando de media unos 100 expedientes diarios, con un alto grado de complejidad», explicaban en relación a los ERTE.
Otras causas que tienen paralizadas las ayudas del ingreso mínimo vital son las trabas burocráticas y las convalidaciones con las rentas mínimas ya existentes en las comunidades autónomas.
El ministro Escrivá ha señalado en la red social Twitter que gran parte de culpa también la tienen aquellas solicitudes que «se presentaron muy rápidamente». Según Escrivá, estas «son las más avanzadas en la tramitación» y «parecen tener un porcentaje alto de errores de documentación, que han de subsanarse».
Se han presentado ya más de 700.000 solicitudes. El problema de sacar conclusiones tan pronto es que las que se presentaron muy rápidamente, que son las más avanzadas en la tramitación, parecen tener un porcentaje alto de errores de documentación, que han de subsanarse.
— José Luis Escrivá (@joseluisescriva) August 17, 2020
Asimismo, el propio ministro reconoce tácitamente el atraso sufrido con la tramitación de estas ayudas. Así, en la misma red social expresó que darán datos sobre el ingreso mínimo vital «cuando los tengamos en un formato y una calidad suficiente; estamos trabajando en ello».
