Kellogg dona los Choco Krispies que le sobran para producir una cerveza artesanal
La innovación surge con el objetivo de reducir el desperdicio alimentario en colaboración con Cervezas La Gardenia
Kellogg, fabricante de marcas como Special K, All-Bran o Pringles, entre otras, ha dado un paso más en la reducción de los desperdicios alimentarios. Los Choco Krispies sobrantes que no se pueden donar a bancos de alimentos -unas cuatro toneladas anuales- se han cedido a Cervezas La Gardenia para elaborar la cerveza artesanal «Rosita Kellogg's Choco Krispies» . «Cedemos una parte de arroz tostado con cacao que no puede ser donada, pero que sí es apta para el consumo humano con el bojetivo de reducir el desperdicio alimentario», explicó durante la presentación a los medios la responsable de Asuntos corporativos de Kellogg en España, Amparo Lobato.
La colaboración surge por l a cercanía entre la fábrica de Kellogg en Valls (Tarragona) y la sede de Cervezas La Gardenia , en Alcover y sogre la base de que el arroz marida «perfectamente» con la malta. Así, y tras un año de pruebas, surgió la cerveza artesana tipo Blonde Alea fabricada a partir de Choco Krispies y macerada con miel y que será comercializada proximamente en grandes superficies -como Carrefour- bajo la enseña «Rosita Kellogg's Choco Krispies». La elaboración de esta bebida también se hacer de forma sostenible con la utilización de energías renovables y la utilización de los mínimos recursos posibles.
Por su parte, el confundador de Cervezas la Gardenia, añadió que la elaboración de esta cerveza «se realiza de forma sostenible, implementando políticas y procedimientos de gestión y fabricación para reducir el consumo de energía y de agua, utilizar energías renovables, reducir las emisiones de carbono, revalorizar los residuos y utilizar progresivamente materias primas de proximidad».
Lobato también explicó que esta innovación ha tomado como modelo otro lanzamiento de Kellogg en Reino Unido el año pasado por el que se elabora otra cerveza artesanal con Corn Flakes previamente desechados en su fábrica de Manchester y en colaboración con Seven Bro7thers Brewery. «La iniciativa de Reino ha sido un éxito en su comercialización», señaló Lobato.
Junto a iniciativas como la smencionadas, Kellogg Company se ha comprometido a reducir en un 50% sus desechos orgánicos para 2030 como parte de su compromiso de reducir su impacto en el planeta. Desde la compañía subrayan que desde su origen en 1906 mantienen un «un sólido compromiso social con las personas y el planeta».
