Recursos a la vista

CEOE avisa de que la subida del Impuesto de Sociedades puede ser inconstitucional

La patronal cree que el decreto que regula la eliminación de deducciones en el tributo vulnera la seguridad jurídica y encuentra «inadmisible» la retroactividad de la medida

MADRID Actualizado: Guardar
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La CEOE prosigue el pulso que ha abierto con Hacienda a raíz de la supresión de deducciones en el Impuesto de Sociedades para 2017. La patronal ha publicado las conclusiones del informe jurídico que encargó la semana pasada sobre el decreto ley que recoge las subidas en el tributo. El documento concluye que los retoques en el tributo, aprobados a un mes de acabar el año, «podrían constituir motivo de inconstitucionalidad», lo que significa que podría ser recurrido en los tribunales. Asimismo, cree que la medida es «incompatible con la mínima seguridad jurídica» y encuentra «inadmisible» la retroactividad del decreto.

El informe jurídico hace un análisis pormenorizado de los cambios que incluye la reforma, con los que el Gobierno prevé recaudar 4.300 millones más en 2017.

Dentro del abanico de deducciones que desaparecen, CEOE subraya tres que plantean lagunas jurídicas a su entender. En primer lugar, la limitación ya para 2016 de las bases imponibles negativas de ejercicios pasados que pueden anotarse las empresas para adelgazar su factura fiscal actual. Ello perjudica a las compañía que tuvieron pérdidas durante la crisis y que pueden reducir su tributación ahora, ya que pone coto a esta ventaja fiscal.

A ojos de CEOE, esto pone en peligro «la recuperación de estas entidades en el momento en el que pueden estar empezando a superar sus problemas financieros». La medida afecta a las compañías que facturan más de 20 millones, unas 15.500 empresas según la patronal.

Coto a las multinacionales

Otro punto que CEOE critica es la limitación al 50% la deducción en la cuota íntegra por doble imposición, que las multinacionales se pueden aplicar para evitar tributar por los beneficios que generan en el extranjero por partida doble. Ahora las compañías deberán adelantar la mitad de la cuota, a expensas de que Hacienda después se las devuelva. La medida, que incluía el decreto-ley de medidas tributarias, entraba en vigor ya en 2016.

«Cuando la doble imposición se ha producido en un país con el que existe Convenio de Doble Imposición, si la deducción deriva del propio convenio no puede limitarse por una norma interna», señala la patronal, que denuncia que la norma es «contraria a las libertades de la UE».

La CEOE ilustra el impacto de la medida con un ejemplo. Si una empresa obtiene renta en España y tiene que pagar una cuota de 100 a Hacienda, en el caso de que cosechara su renta también en otro país con el mismo nivel de tributación tendría que pagar 50 en España y 50 en el otro Estado. «Como España no permite la deducción tras el Decreto-Ley, tendrá que pagar 75 en el ejercicio, más 50 en el otro Estado, es decir un total de 125 en nuestro ejemplo», critica la patronal.

El otro punto que la patronal critica es la obligación de devolver las deducciones aplicadas por el deterioro de participaciones aplicado antes de 2013. Hasta dicho año, si una empresa compraba participaciones en otra compañía y la inversión reducía su valor frente al precio pagado, se podía deducir esta minusvalía en la base del impuesto. Ahora el decreto obliga que a partir de 2017, las compañías que se aplicaron esta bonificación deberán reembolsarla a razón de un 20% en los próximos cinco años.

La patronal denuncia que Hacienda hace tributar a las empresas ahora por una renta que no se ha obtenido y lamenta la retroactividad de la medida. Como ejemplo pone el de una compañía que no haya tenido ni pérdidas ni ganancias en 2016, pero que antes de 2013 se hubiera aplicado cien millones en deducciones por deterioro en el valor de una inversión en una filial. Con el decreto en la mano, esta empresa deberá tributar como si su resultado fuera de 20 millones en 2016, es decir, la quinta parte de los cien que se aplicó en su día.

«No es admisible vivir en una continua reforma de los tributos», zanja la patronal, que recuerda que el reglamento de Sociedades se modificó en 2013 y luego entró en vigor la reforma fiscal, lo que trajo a su vez más retoques. «Algo se debe estar haciendo mal cuando se tiene que estar continuamente modificando lo ya modificado», sentencia.

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