Rodrigo Rato, durante los registros
Rodrigo Rato, durante los registros - EFE

El caso Rato suma un delito más: el de administración desleal

Un juez de Madrid investiga al exvicepresidente del Gobierno, además, por delitos fiscales, blanqueo de capitales, y corrupción entre particulares

Madrid Actualizado: Guardar
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Un nuevo delito se suma a las acusaciones del caso Rato, investigado por la Justicia por el manejo de su fortuna. El juez de instrucción número 31 de Madrid, Antonio Serrano-Arnal, ha ampliado la acusación contra los implicados en esta causa (el exvicepresidente del Gobierno y los miembros de su círculo cercano) en un delito de administración desleal, además de los delitos fiscales, el de corrupción entre particulares y el de blanqueo de capitales.

Así lo desvela la Audiencia de Madrid en un auto en el que rechaza que se levante el secreto sobre la nueva pieza separada del caso, en la que se investigan nuevas posibles irregularidades de Rato. Por esta pieza el exvicepresidente del Gobierno declaró el pasado 19 de febrero, en una comparecencia que se alargó más de siete horas.

Esta pieza investiga posibles comisiones ilegales cobradas por el exministro de Economía. Se refiere en concreto a unos pagos que recibió del banco de inversión Lazard, que siempre han estado bajo el foco de la Justicia. Rodrigo Rato trabajó como asesor para este banco de inversión antes de colocarse al frente de Bankia, entidad de la que fue presidente entre 2010 y 2012. En esa etapa, la entidad financiera adjudicó contratos a Lazard, quien, según la versión del exministro de Economía, ya asesoraba a Caja Madrid en el pasado.

Esta investigación trata de averiguar si Rato defraudó a Hacienda con los movimientos de sus capitales y si blanqueó en el extranjero parte del dinero oculto al Fisco. La Fiscalía Anticorrupción le atribuye hasta cinco delitos fiscales por este dinero oculto.

Además, el juez también indaga en los pagos que una empresa de Rato recibió de dos empresas de publicidad, Zenith y Publicis, a las que Bankia adjudicó contratos millonarios con Rato al frente. Los investigadores sospechan que estos pagos, que la sociedad de Rato cobró de otra firma, del empresario Alberto Portuondo, eran en verdad comisiones irregulares de las firmas de publicidad.

El exministro de Economía, a quien se le ha retirado el pasaporte, justifica esos pagos por trabajos reales que realizó la firma que los cobró a la otra empresa. Todos los movimientos se fraguaron en torno a la sociedad Kradonara, de la que es beneficiario real Rodrigo Rato, que recibió supuestamente 6,5 millones del extranjero de fondos de origen desconocido. La Justicia trata de atar cabos.

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