Los balnearios se ponen al día

El grupo hotelero «Castilla Termal Hoteles» une en un mismo modelo cultura y termalismo, historia y salud. «Apostamos por un turismo termal de calidad alejado del social», apunta su presidente Roberto García, para quien ser diferente significa hacer las cosas de otra forma.Hace 10 años emprendió su propia aventura empresarial, tras ser director general de los balnearios de Mondariz y la Toja en Pontevedra. Para ello, remodeló un antiguo convento mudéjar de propiedad familiar en Olmedo - el «Sancti Spiritus» - para convertirlo en un hotel de cuatro estrellas.

«Estaba en desuso desde 1956, cuando lo abandonaron las monjas por su mal estado y las aguas salinas, que logramos que fueran consideradas medicinales», apunta el propietario de la cadena que suma otros tres establecimientos en Burgo de Osma (Soria), Solares (Cantabria) y Valbuena (Valladolid), el primero de cinco estrellas, abierto en julio de 2015.

Todos ellos edificios históricos reformados gracias a colaboraciones público-privadas, aclara García. Por ejemplo, Burgo de Osma es una concesión administrativa por 50 años para ocupar la sede renacentista de la antigua universidad de Santa Catalina. En este sentido, el objetivo de «Castilla Termal» es consolidar su posición de liderazgo en el sector termal: la compañía cerró 2015 con una facturación de casi 15 millones de euros, un 25% más que el año anterior y tiene previsto incrementar sus ventas hasta los 20 millones al término del presente ejercicio.

Respecto a su resultado bruto de explotación (Ebitda) el año pasado alcanzó los 2,9 millones de euros, que podrían subir a los 4,5 millones con la aportación del antiguo Monasterio de Valbuena. Además su plantilla es mayoritariamente femenina y local (70%), cerrando 2015 en los 251 empleados, que podría alcanzar los 330 trabajadores los próximos doce meses. Toda una apuesta por la formación.

Esta cadena hotelera no solo trabaja con proveedores y productos locales sino que intenta informar a la población de los alrededores para intentar crear oportunidades de negocio entorno a sus establecimientos.

Entre las metas del grupo también está «crecer, en un principio, dentro de España». El grupo aspira a que el turismo foráneo represente el 20% de sus clientes dentro de dos años. En la actualidad, ya comercializa sus servicios en países europeos, así como en México o Estados Unidos. Roberto García defiende la apuesta de la compañía por la sostenibilidad económica y medioambiental de unos balnearios, que están «abiertos a todo tipo de clientes: jóvenes, parejas, familias....» a quienes ofrece mucho más que tratamientos de salud: se organizan catas, conciertos, actividades de ocio... acompañado por una gastronomía con productos de la tierra.