Las pruebas fueron obtenidas durante los exámenes realizados a instancias de la Comisión Europea
Las pruebas fueron obtenidas durante los exámenes realizados a instancias de la Comisión Europea - AFP

Las autoridades europeas tienen pruebas de que el motor del Audi A3 también ha sido trucado

Portavoces de la automovilística evitan pronunciarse al respecto explicando que «la empresa no tiene constancia del resultado de estos informes y no puede aún posicionarse»

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El escándalo de los motores manipulados para ocultar niveles de emisiones de gases no permitidos afecta ahora también a la prestigiosa marca Audi. Según adelanta el diario alemán Süddeutsche Zeitung, las autoridades europeas tienen pruebas de que el motor del Audi A3 ha sido trucado, pruebas obtenidas durante los exámenes realizados por el instituto de investigación Joint Research Centre (JRC) a instancias de la Comisión Europea. Los resultados de estos test han pasado ya a la Comisión de investigación correspondiente y tendrán consecuencias en Bruselas.

Portavoces de Audi evitan esta mañana pronunciarse al respecto explicando que “la empresa no tiene constancia del resultado de estos informes y no puede aún posicionarse”, aunque reconocen que la firma estaba al tanto de estas pruebas realizadas al A3 2,0 TDI que responde a la normativa Euro 6.

La información publicada este miércoles señala que, en un test realizado en agosto, aparecieron "dos indicios" de que ese modelo podría haber sido alterado. En esa categoría, los coches pueden expulsar hasta 80 miligramos de óxidos de nitrógeno (NOx) por kilómetro, un nivel que el A3 2.0 TDI cumple en frío, pero no en caliente, cuando alcanza los 163 miligramos por kilómetro, o a 10 grados centígrados, temperatura media en Europa, a la que emite unos 140 miligramos por kilómetro. Esta diferencia, a juicio de los expertos, es indicio de manipulación ya que, en condiciones normales, las emisiones deberían ser menores en caliente que en frío porque el catalizador funciona a pleno rendimiento desde el principio. El informe apunta además que la gran diferencia entre en frío y a diez grados centígrados podría estar relacionada con los denominados “defeat devices”, sistemas que impiden el funcionamiento normal del filtro de emisiones y que están prohibidos por la legislación europea.

Si la información se confirma, el caso podría afectar a la estrategia de Volkswagen, que había tomado ya la drástica decisión de abandonar de forma definitiva la tecnología diésel en Estados Unidos a excepción de la marca Audi, que ha ofertado allí motores diésel en los últimos años en modelos como A6 o la anterior generación de Q7 y que podrían también quedar excluidos en el futuro.

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