Alivio por las garantías de PSA a los 4.500 empleos británicos de Vauxhall

El Gobierno de Theresa May da la «bienvenida» al compromiso del fabricante francés con las dos plantas inglesas

CORRESPONSAL EN LONDRES Actualizado: Guardar
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La industria manufacturera solo supone hoy el 10% de la economía británica, cuya locomotora son los servicios. Con la habitual hipérbole con que venden todo lo suyo, los ingleses suelen alardear de una potente industria de fabricación de coches, cuando lo cierto es que a día de hoy el Reino Unido produce la mitad de vehículos que España. Pero aun así, existe en Gran Bretaña una gran preocupación por cómo puede afectar el Brexit a sus plantas de automoción, por lo que el Gobierno y los sindicatos han respirado con alivio después de que el responsable de PSA, el portugués Carlos Tavares, asegurase este lunes que los 4.500 empleos de las fábricas de Vauxhall en Inglaterra no se verán afectados por la compra por parte del gigante francés de Opel y Vauxhall.

PSA se ha hecho por 2.200 millones de euros con Opel y Vauxhall, filiales europeas de la firma estadounidense General Motors. El grueso de los 38.3200 empleos están en Alemania, pero en Inglaterra existen dos fábricas de Vauxhall: Luton, en Londres, y Port Ellesmere, cerca de Liverpool, que dan trabajo a 4.500 personas. Además, los concesionarios de la firma sostienen 20.000 empleos y sus proveedores, 41.800.

Carlos Tavares ha asegurado en París que PSA no contempla cerrar sus fábricas inglesas o reducir puestos de trabajo en ellas, aunque buscará “la necesaria eficiencia”. También explicó para respiro británico que mantendrá los compromisos con los sindicatos de Vauxhall que había alcanzado General Motors. El Vauxhall Astra se seguirá fabricando en Ellesmere hasta 2021 y la furgoneta Vivaro en Luton hasta 2025. El Gobierno, por boca del ministro de industria, Greg Clark, ha dado la “bienvenida” al “compromiso” de PSA.

Leon McCluskey, dirigente del sindicato británico mayoritario, Unite, ha reiterado que los trabajadores necesitan garantías sobre el futuro de sus empleos y ha defendido su labor: “Nuestras plantas son las más productivas de Europa. La marca está fuerte aquí, su mercado está aquí, así que los coches deben hacerse aquí”. Lo cual no refleja cómo funcionan en realidad los fabricantes, que suelen buscar países que combinan eficacia con mano de obra barata.

Tavares restó importancia al Brexit. Consideró que ante la irreversible salida del Reino Unido de la UE tener fábricas dentro del país “puede ser un riesgo, pero también una buena oportunidad”.

El principal fabricante de coches en el Reino Unido es el japonés Nissan, con 7.000 empleos en la mayor planta del país, Sunderland. El año pasado amenazó con una deslocalización si el Gobierno no le ofrecía compensaciones ante un posible Brexit duro. Tras una reunión con May, Nissan recibió esas garantías, probablemente en forma de futuras ayudas, pero el contenido de la negociación se ha mantenido en secreto, lo cual irritó a otros fabricantes, que demandaron un idéntico apoyo.

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