Los ganaderos franceses bloquean con sus tractores carreteras estratégicas

Cientos de ganaderos franceses mantienen bloqueadas las carreteras en diferentes puntos estratégicos de la red viaria de Normandía y Bretaña (noroeste de Francia) con sus tractores, a la espera del plan del Gobierno para hacer frente a unos precios que consideran excesivamente bajos.

Los accesos al Mont Saint Michel, el principal centro de atracción turística de Normandía, se encuentran cortados por tercer día consecutivo por la acción de los ganaderos, que también han obligado a cerrar los tres grandes puentes en la desembocadura del Sena (los de Normandía, Tancarville y Brotonne), explicó el Centro Regional de Información Vial (CRIV).

En Bretaña, las protestas están diseminadas en una decena de carreteras, como en Lanion, en Brest o en Quimper.

Está previsto que el ministro de Agricultura, Stéphane Le Foll, presente este mediodía, al término del Consejo de Ministros, el plan de urgencia que prometió ayer el presidente, François Hollande

, para tratar de calmar el enfado del sector.

Esta mañana también se conocerán los detalles de un informe que encargó el Ejecutivo sobre los precios de la carne para ver si se han respetado los compromisos asumidos por las diferentes partes el pasado 17 de junio para elevar la retribución de los productores.

Según el presidente de la Federación Nacional Bovina (FNB), Pierre Fleury, las empresas de distribución sí han cumplido ese acuerdo y han aumentado el precio que pagan por la carne, pero no así muchos mataderos, que han aprovechado ese dinero para incrementar sus márgenes y no lo han repercutido en lo que abonan por los animales.

«Patriotismo económico»

El presidente de la Federación Nacional de Sindicatos de Explotadores Agrícolas (FNSEA), Xavier Beulin, advirtió hoy de que, dado el grado de enfado que hay en el sector, espera que el plan de urgencia contenga «algo más que pequeñas medidas».

Señaló que, más allá de informar al consumidor sobre los verdaderos costos de una carne de calidad, y de promocionar «el patriotismo económico», hay que modificar los contratos de aprovisionamiento para que haya compromisos sobre la compra de la producción pero también sobre los precios, y que se puedan repercutir posibles alzas de los piensos.

También hizo hincapié en que hay que actuar para atajar el declive competitivo del sector agroalimentario francés respecto a otros países europeos, que a su juicio se debe a unas cargas superiores (por obligaciones medioambientales o cotizaciones sociales).