Vuelve «Yes We Cam» a la Vendée Globe

Incansable el marino bretón desde su primera Vendée Globe en la edición de 2004-2005; el cual sigue cautivo de esta excepcional regata, que desde hace tiempo ha logrado un estrecho vínculo con todos los seguidores de esta vuelta al mundo, aficionados a la vela y público en general. Para Jean Le Cam es casi imposible resistirse a dar otra vuelta al mundo a vela en solitario.

Su IMOCA 60 llamado “Hubert”, en memoria de su gran amigo Hubert Desjoyeaux, hermano mayor de Michel, espera en Port-la-Forêt para entrar en el astillero e iniciar toda la preparación del barco para esta temporada oceánica y la Vendée Globe. Pretende aligerarlo unos 200 kilos aprovechando que lo permite el reglamento de la clase. “… Cuanto más ligero sea un barco, más fácil será de navegar. También hemos intentado reducir nuestro consumo de combustibles fósiles: además de los hidro-generadores, también tendré paneles solares. Si todo funciona, no necesitaré usar el motor. Tendré que acordarme de ponerlo en marcha de vez en cuando. Sólo tengo un objetivo en mente. Quiero ser el primer barco con orzas rectas en terminar. La diferencia con los foilers se ha hecho tan grande que estamos obligados a tener dos carreras en el evento. Durante la Transat Jacques Vabre, los foilers más avanzados eran casi seis nudos más rápidos que nosotros. No podemos mantener el ritmo” .

Le Cam es consciente que su barco no puede competir contra los nuevos IMOCA y sus aparatosos “foils”. Para el bretón es genial que cuatro equipos de diseñadores estén involucrados en los nuevos barcos porque de esa manera habrá una comparación real. Se esta produciendo cambios en la flota cuando hace años toda la flota seguía las mismas tendencias, con ediciones donde predominaba los diseños de VPLP-Verdier, Bruce Farr o de Finot. Mientras que ahora hay más opciones con la presencia de diseños de Juan Kouyoumdjian o Samuel Manuard. Para Le Cam hay un par de cosas que le preocupa en esta nueva carrera tecnológica en la clase IMOCA: “… me asusta un poco que la Vendée Globe se convierta en un concurso entre diseñadores - la forma de los foils, la búsqueda de poder... No sé cuánta aportación hay de los patrones. Al final de la pasada Transat Jacques Vabre, varios de ellos se preguntaron cómo se las arreglarían navegando solos. En doce meses, no se puede dar la vuelta a todo. Ha habido cambios que me parecen lógicos. El hecho de que los marineros quieran protegerse es bastante natural, sobre todo porque los barcos son cada vez más rápidos. Nuestros barcos ya no son tan cómodos...”.

Objetivo, ser el primer OPEM 60 con orzas rectas en la Vendée Globe: “Estoy contento de estar navegando en mi barco. Habrá una verdadera competencia entre los barcos IMOCA con orzas rectas, lo que condimenta el desafío deportivo. Seremos unos quince con algunos buenos navegantes como Damien Seguin, que está terminando su preparación con nosotros. Mi programa es simple hasta la Vendée Globe. No pienso hacer una carrera transatlántica. No tiene sentido arriesgarse a romper nada. Sin embargo, haremos algunos eventos con nuestros socios, incluyendo la participación en la Brest 2020. Juntar barcos antiguos y modernos es siempre agradable”.

Ya sabemos que Le Cam es uno de los marinos oceánicos que más conecta con el público en general, especialmente a través de sus videos de a bordo, desenfadados, cómicos e instructivos con los que pretende transmitir sus emociones a los demás; actividad que seguirá realizando en la próxima Vendée Globe: “Eso es lo mío. Me encanta todo eso. Fotos (prefiero los comics a las novelas), un poco de tecnología, una mezcla de espontaneidad y trabajo duro para el clip. Sí, realmente me encanta hacer eso y tengo el gusanillo.… Desde que empecé a competir, siempre he querido compartir la experiencia con los que me siguen y mostrar a todos por lo que estamos pasando. Como la Vendée Globe es un evento excepcional con un público tan grande, me permitió conocer al público en general. Funcionó bien, porque nunca he buscado hacer trampa. La gente reconoce cómo son las experiencias reales. El único mensaje que quería transmitir era que la Vendée Globe no es sólo una regata. Cada día es una aventura”.