Real Madrid
El Real Madrid no sabe abrir la lata y Benzema se lesiona
El francés se someterá a pruebas médicas el martes. Siente molestias en los isquiotibiales de la pierna izquierda. No sintió pinchazo y pidió el cambio por precaución
El homenaje estelar a Gento , un acto serio, con música de viento en el campo, una pancarta gigantesca y sus 24 títulos en el césped, fue el preludio de un partido complicado para el líder, oscuro, obtuso, ante un rival que, como se esperaba, jugó el sistema de defensa y contragolpe que también aplicó en la Copa. Ancelotti ha ensayado el abrelatas durante semanas, tras los tropiezos vividos en el Bernabéu ante el Sheriff, el Cádiz y el Osasuna. El cuadro de Ancelotti estuvo sin ideas y solo salvó un punto en los últimos minutos.
Los locales emplearon sus jugadas entrenadas, pases en corto y precisos dentro del área, triangulaciones en raso, velocidad de Vinicius y Lucas, pero sudaron mucho y sin claridad de ideas.
Benzema falló hasta un penalti claro cometido sobre el extremo brasileño en otra internada directa. Modric lanzó fuera un tiro de gol. El guardameta visitante despejó con el pie un trallazo de Casemiro, los defensas visitantes cortaron tres remates de gol claro y el encuentro se fue volviendo corrosivo para el líder.
El Real Madrid falló un penalti, Benzema, con el marcador a cero
La afición madridista aplaudió durante todo el minuto once en honor a Francisco Gento, el futbolista más laureado del club, mientras Vinicius fallaba un ocasión clara después de regatear a medio mundo en el área pequeña, incluso a él mismo. Podía haber dado el gol a Hazard, pero quiso acaba su jugada y la desperdició.
El belga era la novedad de la alineación , titular por fin tras meses de banquillo y ostracismo. Jugó aceptablemente, con intención, creó acciones de peligro, combinó bien con Benzema y los rivales despejaron dos tiros suyos con márchamo de acierto. No es el mismo, Hazard, que el del Chelsea, quizá nunca vuelva a serlo , pero está mejor. Se le exigió y el 0-1 le presionó más, pero no era el único culpable de la carencia de genialidad general del líder. Enseñó su regate rodeado de rivales y luego disparó muy mal un minuto más tarde. Una de cal y otra de arena. Como casi todos los pupilos de Carlo.
El Real Madrid no acertaba y un contragolpe ilicitano de libro, con pase a la banda y centro medido al área lo cabeceó Lucas Boyer en el primer tanto de la tarde. Los diablos del cerrojo volvían a pasearse por el coliseo de Chamartín. El líder había entrado por raso al área verdiblanca durante la primera media hora y sus errores en el tiro final, una vez más, le condenaban a ponerse el mono para abrir la lata, pero bien.
La cara de Ancelotti, enojado, lo decía todo. Había ensayado y habían errado en el remate. Vio exceso de confianza en los suyos, ante el dominio, y la diana visitante les puso en la tierra, en el césped: no habían ganado nada con el mando territorial y tantos pases en el área contraria. Faltaba lo que Di Stéfano siempre adujo: el fútbol es el gol .
El líder se desesperó por momentos y el árbitro, De Burgos, un desastre, volvió a demostrarlo al pitar un penalti a Hazard que después no concedió tras ver el VAR.
El cuadro de Ancelotti no encontraba vías y la lesión de Karim Benzema antes de la hora de juego fue una preocupación añadida y de futuro para la afición y el técnico.
Entró Jovic con media hora por delante para revertir la situación, difícil, oscura, sin acierto en el disparo de todo el conjunto blanco. Vinicius tuvo una ocasión de oro que tiró fuera y le sacaron después una amonestación que supuso la quinta y se perderá el partido ante el Granada .
El entrenador italiano tenia una cara de enfado evidente y el gol de Milla, en la tercera contra de verdadero peligro, significó el segundo tanto visitante. Gran jugada y buen gol . Carletto quitó a Lucas y a Hazard para dar sitio a Valverde e Isco . Buscó aire fresco y la magia de Francisco Alarcón.
Un penalti por mano permitió a Modric acortar distancias a falta de nueve minutos. El acoso final fue de infarto. Vinicius y Mendy no acertaron sus centros de la muerte y no hubo remates. El líder perdía su tercer encuentro en la Liga. Otra advertencia, como en Getafe. El campeonato no está ganado.
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