Grada de Preferencia
El Madrid neo yé-yé
Uno contempla a Marcelo y a Bale en el Camp Nou y siente que son de otra época, anterior, lejana.
Les apodaron los yé-yés por el reciente, entonces, éxito de Conchita Velasco, «Una chica ye-ye». El yé-yé era la versión castiza del «Yeah, yeah, yeah...» de The Beatles. Acababan de ganar la sexta Copa de Europa, ya no estaba Di Stéfano, ni Puskas, ni Santamaría, ni Vidal. Estaban Grosso, Amancio, De Felipe y solo quedaba una leyenda, Gento. Les colocaron una peluca que más parecían Los Beatles de Cádiz que los de Liverpool y así se quedaron. Solari está cerca de lograr algo semejante, nadie sabe si ganando otra Champions, pero sí cambiando al equipo. Como hizo Miguel Muñoz en 1966.
Uno contempla a Marcelo y a Bale en el Camp Nou y siente que son de otra época, anterior, lejana, que ninguno de los dos, y alguno más como Isco, y ya veremos Asensio, tiene nada que ver con los Llorente, Lucas Vázquez, Reguilón e, incluso, esa especie de promesa que es todavía Vinicius. La recuperación de Modric, la redención de Benzema. Pero vale esto también para gentes que sin ser titulares (Keylor, Odriozola) no desentonan en ese ánimo contagioso que Solari ha instalado en una plantilla que, en ese mismo escenario barcelonés, hizo en LaLiga uno de los más espantosos ridículos que un equipo pueda mostrar.
Sí, Solari no puede traicionarse a sí mismo y mirar con miedo a qué dirá la directiva: ni Marcelo, ni Bale están para salir como titulares en el Wanda Metropolitano de esta tarde. Que, nadie se equivoque, será un partidazo. Si Solari alberga dudas que se pase el video de Barcelona, que vea el goteo de regates de Malcom a Marcelo, que distinga el trote caprichoso y desesperante de Bale sobre el césped, que confirme cómo fue otro equipo para lamento de los madridistas que seguían con emoción el partido tras la excelente primera parte.
Las matemáticas no son opinión: Simeone se ha enfrentado ya, hoy con Solari, a seis entrenadores del Madrid. ¿Llegará alguna vez al Bernabéu cierta, solo cierta, estabilidad respecto al técnico? Mientras, los neo yé-yés de Solari, a ganar en el Wanda. No hay otra consigna porque lo demás es silencio.
