Hospital España en Krasnodar

Hace dos días, durante la pequeña celebración que le brindaron por su cumpleaños, Juan José García Cota , médico de la selección española, resumía a modo de discurso el objetivo de la delegación española en Krasnodar. «Aquí somos más de cincuenta personas pensando las 24 horas en que los futbolistas estén en las mejores condiciones».

Entre los numerosos cuidados que reciben los jugadores de la selección española durante el Mundial, los que les procuran los médicos y fisios son los más delicados. Ante un dolor, un chasquido o incluso si existe un cansancio excesivo, es a ellos a quienes dirigen la mirada los internacionales en busca de auxilio.

En la residencia de España en Krasnodar se ha instalado un auténtico hospital de campaña de última tecnología donde se mima y se cuida a los Isco, Iniesta, Costa y compañía. Para trasladar todo el material y los medicamentos los dos doctores de la selección, el mencionado Cota y su compañero Óscar Celada , tuvieron que realizar una declaración firmada pidiendo autorización al Gobierno ruso, quien en última instancia dio permiso para que entrara en el país todo ese material. Las medicinas viajaron en el avión con el equipo el pasado 7 de junio, y en ese enorme botiquín se llevaron desde fármacos de urgencia, como adrenalina, atropina o broncodilatadores, a otros más habituales: analgésicos, relajantes musculares, antibióticos o antidiarreicos.

Antes, en el enorme tráiler que durante quince días recorrió los 4.700 kilómetros que separan Krasnodar de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, se trasladó toda la maquinaria y el aparataje utilizado por los médicos y por los cinco fisios que acompañan a la selección: Raúl Martínez, Fernando Galán, Sergio Ródenas, Juan Muro y Pedro Chueca. A Rusia se han llevado prendas personalizadas de compresión y recuperación para cada jugador, así como de diatermia, mecanoterapia por generación de vacío, presoterapia, electroterapia invasiva, láser, ultrasonidos, magnetoterapia, ondas de choque, electroacupuntura, crioterapia y cámaras hiperbáricas.

Estos dos últimos tratamientos son de los más demandados, y ambos se utilizan para mejorar la condición física. El primero somete a los jugadores a temperatura de -180 grados centígrados y aprovecha el uso terapéutico del frío para realimentar las células de los músculos dañados y acortar los procesos de recuperación. Mientras, en la cámara hiperbárica los jugadores respiran oxígeno en concentraciones muy superiores a lo habitual mediante el aumento o disminución de la presión atmosférica, lo que produce numerosos beneficios, según explicó a Efe el doctor José Fabregat, neurocirujano, especialista en medicina hiperbárica y subacuática y colaborador de la Federación Española: «La presión reduce la inflamación, tiene un efecto compresivo sobre los tejidos del organismo y los enriquece con oxígeno. El oxígeno disuelto en sangre, respirando aire normal, es 0,3 y si se respira oxígeno en la cama hiperbárica es 23 veces mayor, con lo cual la riqueza del oxígeno en los tejidos es brutal y esto tiene un efecto metabólico: ayuda a limpiar, favorece la cicatrización y la recuperación de la fatiga».

Más allá de lesiones concretas, como la que ha tenido apartado a Carvajal durante los primeros días de la concentración, o la que ayer mismo sufrió Pepe Reina en las cervicales que le impidió entrenar, los 23 internacionales tienen visita diaria con el médico. Éstos hacen valoraciones individuales de los parámetros recogidos durante los entrenamientos a través de pulsómetros. Todos esos datos se analizan y son los que determinan, entre otras muchas cosas, los complementos nutricionales necesarios para cada jugador y la elección de los menús de los cocineros.