Adios a Iniesta

Iniesta pone rumbo a China tras 22 años en el Barça

El manchego inauguró La Masía con 12 años, conquistó los corazones de los culés y deja un legado ejemplarizante

Iniesta posa durante un acto publicitario de sus bodegas ABC

SERGI FONT

La noticia menos deseada por el barcelonismo acaba de tomar un cariz de oficialidad. Andrés Iniesta deja el club azulgrana tras veintidós años en la entidad y con un palmarés en el que figurarán 32 títulos, entre los que está el doblete conseguido esta temporada. La Superliga china será su próxima parada. El manchego, renovado de forma vitalicia el pasado 6 de octubre , acabará su carrera lejos del Camp Nou, de donde sale por la puerta grande. El declive físico y una desorbitante e irrechazable oferta económica tienen la culpa. Aunque ha demostrado que aún tiene capacidad, calidad y jerarquía para seguir vistiendo la camiseta azulgrana, sabe que el paso del tiempo es inexorable y que poco a poco deberá ir dejando el relevo a futbolistas más jóvenes. El fichaje de Coutinho va encaminado a cumplir esta misión . Además, cuando te ponen una operación económica cifrada en 180 millones de euros por temporada, no se puede girar la cara. Es lo que ganará Iniesta en China, sumando su ficha contractual por jugar al fútbol y la expansión de su negocio vitícola en el gigante asiático, que le ofrece aposentar su marca y comprarle dos millones de botellas de su vino anualmente .

[ Sigue en directo el adiós de Andrés Iniesta ]

Llegó siendo un niño, con 12 años, y se marcha como capitán, con una familia (tras casarse con Anna Ortiz ha tenido tres hijos), un palmarés impresionante y el cariño de todas las aficiones del fútbol español. Su gol en la final del Mundial de Sudáfrica, en 2010, le abrió las puertas del corazón de todos los españoles amantes del fútbol y la selección. Ha sido aplaudido en todos los campos de España, incluido el Bernabéu . Iniesta, apodado Don Andrés por su fútbol exquisito, puede apuntarse el mérito de gozar del reconocimiento de las aficiones rivales. Incluso su declarado barcelonismo no le impide gozar del privilegio. En el fondo de la piscina de su casa luce el escudo del Barça y ha declinado ofertas de equipos europeos para no tener que enfrentarse a los culés.

No eran tiempos de vino y rosas cuando aterrizó en el Barça. Bobby Robson y Ronaldo Nazario trataban de poner paz en un ambiente crispado tras la destitución de Johan Cruyff. Iniesta tenía 12 años e inauguraba una Masía creada para dar albergue a los jóvenes valores que vivían lejos de la Ciudad Condal. Muchas lágrimas derramó añorando a sus padres, José Antonio y Mari, y a su hermana Maribel. El Barça corría con los gastos de manutención, formación escolar y la visita de sus familiares, que vivían en Albacete. Los 150 euros que le daban al mes no compensaba tanta soledad y sufrimiento. Pero su calidad era indiscutible e iba superando categorías. Joan Gaspart quiso otorgarle la tranquilidad personal y dio un golpe de efecto dándole una prima de 600.000 euros para que se trajera a toda su familia a vivir a Barcelona . Se instalaron muy cerca de donde posteriormente se construyó la Ciudad Deportiva. Ya con 17 años, el que fuera director general adjunto al club, Joan Lacueva, le firmó su primer contrato profesional. Pasó a ganar 150.000 euros al año durante las dos temporadas que estuvo en el filial.

Andrés llegó al Barcelona con 12 años y se irá con 34

Su espaldarazo definitivo llegó con el mandato de Laporta y la llegada de Rijkaard . Ascendió al primer equipo, donde se hizo imprescindible. Sus emolumentos se dispararon (2 millones anuales y 60 de cláusula de rescisión) y firmó cuatro renovaciones más incrementando su ficha hasta llegar a los 18 millones. Y con Guardiola , el espaldarazo definitivo. El gol en Stamford Bridge, clasificando al Barça agónicamente para la final de la Champions, su tanto en la final del Mundial de Sudáfrica, o su candidatura al Balón de Oro de 2010 , son ya imágenes imborrables y que formarán parte de la historia del fútbol.

Un tira y afloja la pasada campaña, cuando se sintió poco valorado en las ofertas que le llegaban para prorrogar su vinculación, no enturbiaron su buena relación con el club ni su imagen respecto a los aficionados. El Barça le hizo un contrato vitalicio en el que la única condición era que debía comunicar antes del 30 de abril si decidía marcharse. Ahora lo ha hecho y cobrará una suculenta prima de fin de carrera . Ni siquiera los cánticos de la afición, «Iniesta te queremos, Iniesta quédate», le han hecho cambiar de opinión. El pasado 21 de abril, en la final de Copa, cerró el circulo. Lágrimas de alegría al poco antes de recoger el trofeo de campeón tras un golazo a pase de Messi . El capitán, el niño que llegó llorando a La Masía con doce años se marchó entre lágrimas tras tocar el cielo.

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