Fútbol

El fútbol italiano entierra el 'catenaccio'

La Serie A adelanta a la Bundesliga como la más anotadora con una media de 3,05 goles por partido

AFP

C. T.

El fútbol italiano se ha rebelado contra sus esencias y es, a día de hoy, el campeonato más goleador. Atrás queda el mítico ' catenaccio ', las victorias por la mínima y los empates a cero, tan clásicos del país de la bota como la pizza o la pasta. La Serie A, con 3,05 goles por partido, es la más anotadora de las cinco grandes ligas. Una media que supone además todo un récord en este siglo para Italia, según recoge la base de datos BeSoccerPro. Le siguen la Bundesliga (3), la Ligue 1 (2.74), la Premier League (2.65) y, por último, la Liga (2.48).

 

Tal y como contamos en ABC hace unos meses, la sequía de la Liga no es un fruto del último verano. Ya en la temporada pasada hubo evidencias de que faltaban goles, pues con 2,43 tantos por encuentro, la Liga certificó el ratio más bajo de las últimas tres temporadas en el conjunto de las cinco grandes. Y la 2018/19 no fue mucho mejor, con una media de 2,58 goles por partido. Tenemos que remontarnos un año atrás, cuando Cristiano aún estaba en el Real Madrid, para ver más de 1000 goles a final de la temporada.

En el polo opuesto, Italia. De sus veinte equipos, el Atalanta es el más goleador, con 78 dianas, e Inter (72) y Nápoles (71) por detrás. Con 60 goles o más está la Juventus (65) y el Milan (60). Basta con comparar estas cifras con las de los equipos españoles para entender la diferencia entre ambas competiciones. En la Liga, solo Atlético (60) y Barcelona (76) superan los sesenta goles. El menos goleador, el Eibar con 23 tantos, lo es también menos que el de la Serie A, el Parma con 36. A nivel europeo, el Bayern de Múnich con 86 goles es el que más veces perfora la portería rival.

Una posible explicación al retroceso goleador en la Liga tiene que ver con la manera de jugar de los equipos españoles. Es lo que opinaba José Luis Oltra, actual entrenador del Fuenlabrada, en ABC: «Buscan crecer desde lo táctico, el rigor defensivo y el orden. Se estudia mucho a los rivales para contrarrestarlos y eso hace que sea más difícil marcar goles». Una hipótesis muy parecida a la que defiende Manolo Jiménez, técnico hoy del AEK Atenas: «La falta de goles en la Liga no es demérito de los entrenadores, sino más bien mérito del colectivo: trabajar como máquinas para no recibir. Luego, la calidad marca la diferencia como siempre».

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