La FIFA impone un papeleo agotador a los niños extranjeros

Real Madrid y Atlético recurrirán en las próximas horas la sanción impuesta por la FIFA respecto a la inscripción irregular de futbolistas extranjeros menores de edad. Mientras el club rojiblanco trabaja en silencio, la casa blanca se encuentra indignada por un castigo que considera « injusto a todas luces». La entidad presidida por Florentino Pérez afirma que ha «cumplido perfectamente todos los requisitos para que los niños extranjeros puedan jugar en las categorías inferiores del Real Madrid» y no entiende que se le pueda acusar de abuso en ese sentido. Espera que su apelación sea escuchada por la FIFA y ganar el caso. « Los hijos de Zidane y el hermano de Garay no pueden ser fichajes ilegales de menores.

Algo falla en esta sentencia. Pensamos que la FIFA ha cometido un error».

El diario ABC dialogó ayer con la Federación de Fútbol de Madrid para conocer todos esos requisitos que ha exigido a los clubes para inscribir a cada jugador extranjero, de acuerdo con la nueva normativa de la FIFA. Y si el niño aguanta después de superar este golpe de burocracia, ya es un triunfo. «Pedimos diez puntos incondicionales, empezando por el permiso de residencia de los padres y del niño en Madrid, pasando por los contratos de trabajo de ambos padres y terminando por las nóminas y cuentas bancarias de ambos cónyuges para demostrar su sustento económico y comprobar que no viven de un posible dinero de los clubes, que es uno de los aspectos que más persigue la FIFA».

Han errado el tiro

La Federación de Madrid es rotunda: «Si un niño no cumple una de estas diez peticiones, su ficha no es admitida». Al Real Madrid le parece «bien» que se exija la residencia de España y los contratos de trabajo de los padres. Pero en las federaciones autonómicas españolas se considera que la FIFA ha errado el tiro y sufre un exceso de celo por evitar que los chicos sean una compraventa por parte de padres, apoderados y clubes.

Matar moscas a cañonazos

Se piensa que el máximo organismo del fútbol mundial quería acabar con la explotación de jóvenes procedentes sobre todo de Sudamérica y África y estos castigos a los equipos españoles importantes son un error de concepto, pues los grandes clubes no son precisamente unos explotadores de los niños extranjeros, sino un privilegio para muchos chicos. Es en los países de origen donde puede estar el problema de chavales que son enviados por representantes a equipos modestos de la Unión Europea, no a los grandes, y luego son abandonados. Es ahí donde pueden centrarse muchas operaciones fraudulentas.

La citación de los hijos de Zidane y del hermano del futbolista Garay como fichajes de menores bajo sospecha desvela «un error del punto de partida de la FIFA», subraya el Real Madrid. No son precisamente de clase baja y carne de explotación los 60 niños extranjeros que posee el club blanco, de los que 39 han sido investigados.

Un portavoz de la Federación de Fútbol de Madrid era elocuente: «Se quieren matar moscas a cañonazos». Se exige hasta una declaración del niño extranjero en la que solicita que desea fichar por un club, por si hubiera sido forzado a hacerlo.

El caso del joven Solano

Es tal la burocracia que impone la FIFA que falla hasta por omisión y sospecha. Durante trece meses no ha contestado a la Federación de Fútbol de Madrid respecto al caso de un joven colombiano, Solano, nacido el 24 de febrero de 1998, que lleva sin poder jugar en Madrid desde noviembre de 2013 tras solicitar una transferencia desde un equipo de Regional a la cantera del Atlético. En febrero cumplirá los 18 años y ya podrá hacerlo sin problemas.

Esa burocracia que exige la FIFA a un niño extranjero para jugar fuera de su país es muy exigente y discriminatoria. Los padres del chaval deben tener trabajo, unos ingresos suficientes y cuentas bancarias. Hay miles de chicos extranjeros que se quejan de esta situación a las federaciones. No pueden jugar oficialmente por no cumplir unos requisitos que no se piden a un niño español, cuyos padres sí pueden estar en el paro.