Ha habido pocos minutos de silencio tan esperados y tan emocionantes en el Santiago Bernabéu como el de este Real Madrid-Barcelona . El de esta tarde ha sido un sentido homenaje a las víctimas y un apoyo unánime al pueblo francés en el trágico trance que está padeciendo desde que hace ocho días unos desalmados atentaran brutalmente el París .
El silencio del Bernabéu estuvo acompañado por los acordes de la Marsellesa interpretada con el piano y una gran bandera tricolor en el primer anfiteatro. Remataba la estampa el lema «Todos somos Francia» en los paneles publicitarios. Sobre el césped, los titulares, los suplentes, el trío arbitral y, excepcionalmente, los dos entrenadores: Benítez y Luis Enrique . Y a partir de ahí, el mejor partido de fútbol.
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