Fútbol

Las delegadas de equipo en el fútbol masculino

Dos mujeres ya desempeñan una labor fundamental en los clubes, un nuevo paso hacia la igualdad en este deporte

Sonia Corral, la delegada de equipo del Haro, posa para ABC ABC

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Presidentas, directivas, médicas y árbitras. Tampoco faltan fisios, nutricionistas, utilleras y responsables de prensa. La incorporación de mujeres va completando, poco a poco, la presencia femenina en ese complicado puzle que es el fútbol masculino y cada vez son más los clubes que apuestan por ellas con absoluta normalidad. En algunos cargos, sin embargo, el avance resulta más lento. En otros, el inmovilismo es aún total. «Nos hemos ido introduciendo poco a poco en puestos que parecían exclusivos de hombres y el fútbol va perdiendo ese aura machista que siempre le ha rodeado, aunque aún quedan muchos pasos por dar, sin duda», explica Sonia Corral a ABC. Ella es una de las dos mujeres que ejercen cada fin de semana como delegadas en los casi 150 equipos que integran las tres primeras divisiones españolas. Son las únicas. «No creo que sea fácil verlo pronto, pero confío en que algún club se decida a contar con una mujer como entrenadora, ese será un paso importante para la igualdad, yo creo que el definitivo. Es el que nadie se ha atrevido aún a dar».

Cada fin de semana, ella es la encargada de controlar la equipación, de tener al día las fichas, de recibir a los árbitros y al equipo contrario, de realizar los cambios, en definitiva, de que cada partido se dispute sin sobresaltos. Sonia Corral cumple ya su cuarta temporada como delegada del Haro . Este conjunto riojano de Segunda B y el Mirandés, en la Liga SmartBank, son los únicos que cuentan con una mujer para un puesto fundamental en los encuentros, pero también en el día a día de los equipos. «Hay chicos que son de fuera y estoy pendiente de todo lo que necesitan. Esta temporada, con la pandemia, también tengo que estar atenta a la plataforma que ha habilitado la RFEF para que los jugadores rellenen cuando toca la declaración responsable de que no tienen Covid ni han estado en contacto con nadie que lo haya tenido».

Con un tono en la conversación que contagia alegría, Sonia disfruta explicando sus obligaciones en el equipo, aunque el fútbol nunca tuvo atracción para ella en los años de adolescencia. Se hizo socia del Haro en la temporada 2012-13 por la necesidad que sentía de pasar más tiempo junto a su padre, un conocido seguidor del club jarrero. Fiel durante años en las gradas de El Mazo , se quedó muy sorprendida cuando recibió la propuesta para ser delegada. «Antes de aceptar, pregunté a los directivos si estaban convencidos de a quién estaban ofreciendo el puesto porque en todos los equipos los delegados eran hombres, no había mujeres. Ellos no dudaron, yo tampoco al aceptar».

Al hablar del partido de su estreno lo hace con naturalidad porque lleva años recibiendo «el mismo trato que cualquier hombre que ejerce de delegado», pero no ha logrado olvidar ese día porque fue el único en el que realmente ha sentido machismo en el fútbol . «Coincidí con un linier que venía de otro país y entiendo que, por cultura, para él fue un impacto ver a una chica abriendo la puerta del vestuario. Cuando me presenté y dije que era la delegada del Haro me miró de arriba a abajo y me dijo ‘¿tú?’. Me marcó por ser precisamente el día de mi estreno, si eso me hubiese pasado con veinte partidos a mis espaldas no me habría impactado tanto».

Y ahonda en el recuerdo. «Fue un hecho aislado en estos cuatro años, es verdad, pero ese día sí fue por ser mujer. No es que el asistente tuviera un día cruzado, el delegado del equipo rival no tuvo ningún problema con él, yo sí por ser mujer», insiste. Sonia Corral es una gran admiradora de Silvia Dorschnerova , que desde 2002 ejerce como delegada de la selección española de fútbol . Hace solo unos días se conocieron en Las Rozas con motivo de un acto del Día de la Mujer y hubo intercambio de camisetas. «Cuando hay un cambio en la selección, la gente se fija en el jugador que va a asalir, yo en Silvia. Me encantó conocerla y poder decirle que la admiro».

Sonia Corral junto a Silvia Dorschnevora, delegada de la selección española ABC

Sonia y Mayte Porro son las únicas que han superado todos los prejuicios para desempeñar una labor fundamental en un equipo masculino de fútbol. En el caso de la delegada del Mirandés , también figura como delegada de campo, la única en un club de categoría profesional. Riojana como Sonia, ella sí sintió muy de cerca la pesadilla del machismo en este deporte cuando ejerció de árbitra en los años en los que los insultos en los estadios eran algo cotidiano. «La mayoría ve a una mujer, no a un árbitro. Y los fallos se magnifican. Estoy acostumbrada a los insultos, me llevan diciendo comentarios obscenos y groseros desde que empecé. El problema es que socialmente está aceptado que uno puede ir al campo de fútbol a insultar. Y si eres mujer, el tono sube», denunciaba en 2015 en ABC, aún durante su etapa en el arbitraje. No se cansó del fútbol. Tras la retirada, sigue en él y desde septiembre del pasado año ejerce como delegada en el conjunto de Anduva.

« ¿Qué si el fútbol es machista? No es una pregunta fácil. Yo creo que sí, pero porque siempre han estado hombres al frente y en todos los cargos. Es lo que se conoce, es como la sociedad, que hasta hace unos años era tremendamente machista y gracias a la lucha de muchas mujeres esa situación se va revirtiendo poco a poco. En el fútbol, hace solo unos años era inviable ver una mujer delegada, una fisio o una presidenta, pero afortunadamente eso está cambiando», celebra Sonia Corral. Ella ha aportado su granito para ello.

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