Tour de FranciaBarguil arrebata la gloria a Contador

El nuevo ciclismo apunta a este tipo de etapas cortas y llenas de dureza. Kilómetros de emoción que atraen a los aficionados e incitan a los ciclistas al ataque. Así lo entendió ayer Alberto Contador, que tras perder todas sus opciones en la general, volvió a ser el ciclista alegre que acostumbra. El madrileño atacó en el ascenso al segundo puerto del día y a su rueda se soldó Mikel Landa.

El vasco apenas colaboró en los primeros kilómetros, en los que su labor era más que nada de vigilancia, pero cuando ambos coronaron el Col D'Agnes con casi tres minutos de ventaja sobre el grupo de los favoritos, su actitud comenzó a cambiar.

El compañero de Froome, escudero habitual del británico en la montaña, veía por primera vez cerca el amarillo y comenzó a entrar en los relevos tímidamente.

Lo agradeció el madrileño, feliz por volver a atraer los focos y luchar, al menos, por el triunfo de etapa.

Por detrás se mantenía la calma tensa. Aru, el nuevo líder tras la etapa de ayer, esperaba su momento, mientras Froome se limitaba a vigilar al italiano y a Bardet, el más peligroso de sus rivales a priori. El francés atacó en el descenso de ese segundo puerto. Atrevimiento que encontró la resistencia firme de Froome y Aru. Tocaba esperar a la dureza del Mur de Peguere.

Este último puerto, con rampas del 18 por ciento, hizo mella en los ciclistas. Landa y Contador se entendieron bien para no perder fuelle y a ellos se unieron Quintana y Barguil en el último tramo de subida. Por detrás, Froome tenía cara de pocos amigos, pero no había fuerzas para probarle. Sin compañeros a su lado, el británico mantuvo el tipo hasta que se encontró con Kwiatkowski para hacerle más sencillo la última rampa antes de encarar el vertiginoso descenso hacia Foix.

Arriba llegaron juntos los cuatro -Aru, Bardet, Froome y Urán-, con el grupo de cabeza a casi dos minutos. Se desvanecía la opción del amarillo para Landa, pero seguía vivo el triunfo de etapa. Por él pelearon los cuatro, tras un descenso muy veloz en el que no hubo ataques. Colaboración máxima entre los aspirantes al éxito final antes del último kilómetro.

Contador fue el que lo probó de lejos, pero ya le faltaban las fuerzas. Se las había dejado en la escapada. A su rueda se cosió Barguil, que no encontró oposición para cruzar la línea de meta por delante de Quintana y Contador. Alegría para el galo, triunfador en el día de Nacional de Francia.

Entre los favoritos no hubo diferencias a pesar de la batalla. Lo dejan todo para la próxima semana, en la que habrá aún dos etapas más de montaña y una crono final previa a la llegada a París.