Ciclismo
La imposible convivencia de bicicletas y coches
Pese a los avances en las leyes de seguridad vial, los accidentes de los ciclistas profesionales no cesan. Egan Bernal se recupera de un destrozo que llena su futuro de sombras
Una de las representaciones más dramáticas del asunto a debate fue la disposición de la familia Otxoa cuando, veinte años atrás, reservó un nicho en el cementerio para Javier –vencedor en Hautacam en el Tour ante Lance Armstrong– junto al de su gemelo Ricardo, fallecido el 15 de febrero de 2001 al ser arrollados los dos hermanos profesionales por una furgoneta cerca de Málaga. Esa tumba aguantó diecisiete años sin ocupante, ya que Javier Otxoa resistió con vida y todas las secuelas de ese accidente hasta que terminó de morir en agosto de 2018. Desde entonces los hermanos yacen juntos. Es el señuelo trágico de una convivencia imposible entre bicicletas y vehículos a motor que se extiende hasta nuestros días. En un hospital en Chía, en el extrarradio de Bogotá, convalece Egan Bernal, figura del ciclismo que ha llenado de sombras su futuro después de destrozar su cuerpo al impactar contra la trasera de un autocar mal aparcado en la carretera. El parte médico del colombiano (tres operaciones, fracturas de rótula y fémur, rotura de dos vértebras, seis vértebras intervenidas y un neumotórax pulmonar) recuerda la hoja mortuoria que casi sentencia a Fabio Jakobsen. El ganador del Tour y del Giro se recupera del mayor destrozo.
Cada vez que el cuerpo de un ciclista profesional cede ante la superioridad mecánica de un coche se desempolva la lista de fallecidos por atropello. Michele Scarponi, David Cañada, Saúl Morales, Antonio Martín Velasco, los Otxoa ... Las leyes de seguridad vial avanzan, los protocolos en las carreras mejoran y se entiende que el respeto hacia los ciclistas en la carretera crece lentamente, pero la conciliación entre bicicletas y coches no se consuma. Es una cohabitación de apariencia irrealizable.
«Aceptemos que montar en bicicleta por carretera es peligroso – razona Eduardo Chozas , excorredor que ganó cuatro etapas en el Tour y tres en el Giro–. Somos un seto que va a 20 o 30 por hora en un lugar donde los coches pasan a 90 o 100. Y no todas las carreteras son recomendables para montar en bici. En España se ha avanzado mucho, cada año mejor, pero a base de leyes y prohibiciones». La reforma de la ley de seguridad vial sanciona ahora con seis puntos en el carnet y 200 euros a los conductores que no respeten el metro y medio de distancia al adelantar a ciclistas.
«El único mensaje posible es convivencia y respeto – comenta Pedro Delgado –. Tenemos menos vías exclusivas para ciclistas y hay que repetir el mensaje constantemente: convivencia y respeto».
‘Por una ley justa’
Después del accidente de los Otxoa hace veinte años hubo manifestaciones en reclamo de más garantías. Hace cinco primaveras, el pelotón volvió a agitarse con declaraciones públicas y reproches tras el atropello mortal del italiano Michele Scarponi, vencedor del Giro 2011. Pero nada fue más efectivo que la lucha en España de Anna González , una ciudadana que perdió a su marido al ser arrollado éste por una furgoneta que se dio a la fuga. Su lema ‘Por una ley justa’ modificó el panorama de la seguridad vial en España para los ciclistas.Las campañas de sensibilización concluyeron en una ley que protege a los cicloturistas.
Alfonso Triviño es abogado de víctimas del ciclismo y destacado activista en la consecución de esa ley. «Antes se archivaban los casos cuando se mataba a un ciclista porque eran considerados como una imprudencia. Ahora los jueces están obligados a abrir un procedimiento. Los adelantamientos deben realizarse por el carril izquierdo. Está prohibido aparcar en los carriles-bici... Vamos muy despacio, pero avanzamos», cuenta a ABC. En España funciona un organismo medio invisible, la Oficina de la Bicicleta, que no ha trascendido a nivel de usuarios.
En Europa meridional, en América o en Oceanía, caladeros del ciclismo profesional, se está muy lejos de una movilidad sostenible y plena. Los países del norte de Europa, Holanda, Bélgica, Dinamarca o Alemania van por delante en reglamentación. Hay tantos carriles-bici que los ciclistas tienen limitado su acceso a las carreteras convencionales. «Los ciclistas profesionales deberían ir siempre protegidos por detrás por un coche de apoyo cuando entrenan en grupo», aconseja Chozas, que es propietario de una escuela de ciclismo.
Egan Bernal probaba una bicicleta Pinarello de contrarreloj a 50 o 60 por hora junto a sus compañeros. Aunque el primer diagnóstico era sombrío, el paciente evoluciona con movilidad en las cuatro extremidades.
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