Con el tiempo acabándose, Doncic lanzó a canasta desde su propia cancha y encestó limpiamente un triple que dejaba al Madrid con una ventaja de 16 puntos a falta del último cuarto. Un homenaje a su compañero, hoy lesionado, Sergio Llull , especialista en este tipo de acciones.
El triplazo de Doncic llevó al éxtasis a todo el pabellón, y los propios compañeros del esloveno alucinaron con la canasta, mientras el protagonista no podía dejar de sonreír.
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