NBA

Tortilla de patata, gritos y «kiss cam»: así es la burbuja virtual de la NBA

La liga americana permite a sus aficionados vivir de una manera muy especial los partidos a pesar de la pandemia que impide estar presente en el pabellón

Varios aficionados siguen el encuentro desde detrás de la canasta
Emilio V. Escudero

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Nick celebra la victoria de los Clippers con euforia. Aplaude y choca los cinco con Dina , su compañera de asiento a la que, por cierto, acaba de conocer. Ambos terminan felices la velada, después de asistir al triunfo que da ventaja a la franquicia de Los Ángeles en su serie de playoffs (3-2) ante los Mavericks de un desacertado Luka Doncic (154-111). Los dos han compartido espacio en la segunda fila del sector situado detrás de la canasta, se han tomado una cerveza y han cenado mientras veían el partido. Lo único diferente es que lo han hecho aplaudiendo delante de su ordenador , a miles de kilómetros de distancia y cada uno sentado en el sofá de su casa, desde el que han disfrutado de la emoción de asistir a un partido de la NBA sin tener que viajar ni poner en peligro su seguridad.

Para viajar hasta Orlando, donde estos días se celebran los playoffs de la NBA, ya no hace falta coger un avión. Basta con un click de ratón. Así de fácil lo ha puesto la liga americana, que en cada encuentro de la postemporada permite vivir una experiencia virtual a un puñado de aficionados elegidos tras un proceso de elección que depende de cada equipo. Algunos, como los Celtics , están dando esa oportunidad a sus abonados, mientras que otros permiten apuntarse a quien quiera a través de su página web. Incluso los patrocinadores están llevando a cabo sus propios sorteos para hacer hueco a todo aquel que lo desee.

La NBA, siempre un paso por delante, se propuso conseguir que de alguna manera sus aficionados pudieran estar en los playoffs . Prohibida su entrada en la burbuja por culpa del coronavirus, los dirigentes de la liga estudiaron las posibilidades y fueron más allá de todo lo conocido. No querían que los seguidores fueran una simple imagen en una pantalla, sino que buscaban que la experiencia se pareciera lo más posible a estar en un partido. Así nacieron los «virtual seats» , donde cientos de seguidores de todo el mundo pueden vivir los playoffs desde dentro, interactuando entre ellos y con los jugadores como si estuvieran en Orlando, pero manteniendo la seguridad que les confieren sus hogares en estos días marcados por la pandemia.

Todo comienza cuando suena el himno nacional . También en la grada virtual hay quien aprovecha para poner rodilla en tierra y lanzar su mensaje de protesta por los sucesos raciales de los últimos días en Estados Unidos. Otros corean la música y entonan las últimas estrofas tal y como lo harían en el Staples Center . Porque una vez que comienza el espectáculo ya nadie recuerda si está en casa o en la primera fila del pabellón, compartiendo silla con Jack Nicholson o Spike Lee.

Otra de las cosas que no cambian estando lejos del pabellón es la popularidad que está ganando Luka Doncic. El esloveno -gris, como el resto de su equipo (22 puntos, 8 rebotes y 4 asistencias )- fue el mas aclamado en las presentaciones de los dos equipos. Sin duda su figura se ha ido haciendo más y más grande en el universo NBA y su actuación monstruosa del pasado domingo ha ayudado .

Debió de notarse la ovación, pues los Mavericks empezaron el partido como si jugaran en casa. Dominando el choque a sus anchas... hasta que el tobillo de Luka empezó a renquear. Aún maltrecho, sin Porzingis a su lado , la gesta de los Mavericks comenzó a torcerse por culpa de Kawhi Leonard , autor de 13 puntos sin fallo en sus seis primeros lanzamientos. Infalible la estrella de los Clippers, que lideró un parcial brutal de 33-6 en los siguientes ocho minutos (41-22, min. 12).

El mazazo fue brutal para el devenir del partido, pero no para la grada virtual, cuyo entusiasmo fue a más con el paso de los minutos. Aplausos, gritos, protestas y hasta brazos moviéndose para distraer al jugador que iba a la línea de tiros libres . Solo la necesidad de levantarse para ir a la nevera obligaba a volver a la realidad por un momento antes de volver a sumergirse en la experiencia virtual de los playoffs de la NBA, pero ya con unos nachos, una pizza o un trozo de tortilla de patatas en la mano . Porque al igual que le ocurre a la liga, los seguidores son cada vez más internacionales y se apuntan a estas butacas desde cualquier rincón del planeta.

Con el marcador desequilibrado al descanso (76-52), el interés se traslado a la «grada», donde crecen las interacciones entre los fans. Choque de manos, guiños, intercambio de mensajes y hasta algún beso virtual. La «kiss cam» no entiende de pandemias.

Resuelto el partido (111-86, min. 36) -magníficos los Clippers por momentos- algunos optaron por abandonar la sesión y eso que esta vez no había que coger el metro o conducir durante un buen rato a casa . Bastaba con apagar el ordenador para volver a la realidad con la sensación de haber viajado a Orlando en los brazos de Peter Pan. Porque la magia de DisneyWorld ha atrapado a la NBA para acercarla, como nunca, a sus aficionados. Un viaje alucinante que asegura emociones fuertes.

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