Lakers

El espíritu de Kobe impulsa a LeBron en busca del anillo

La muerte de Bryant reforzó el objetivo del alero, obsesionado con devolver el anillo a Los Ángeles

Emilio V. Escudero

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La muerte repentina de Kobe Bryant sacudió al mundo de la canasta el pasado mes de enero y provocó un terremoto interno en los Lakers . Aunque hacía tiempo que se había desvinculado de la franquicia, lo cierto es que la leyenda de la «Mamba» seguía muy presente en el Staples y su tragedia sumió a la organización en una depresión de la que tardaron semanas en recuperarse. Fue LeBron James el que lideró el resurgir , instalando el recuerdo de Bryant en el corazón del vestuario y utilizando su legado para devolver la gloria perdida a la franquicia. Un acicate que, a pesar de la pandemia, ha servido para que los angelinos firmen el mejor balance de la conferencia Oeste en la fase regular por primera vez en una década y para convencer al vestuario de que el anillo era una posibilidad cierta después de siete años sin pisar ni siquiera los playoffs.

Aquel sueño impulsado por el espíritu de Kobe se truncó a mediados de marzo por culpa del coronavirus, que paralizó la NBA y puso en peligro la resolución de la temporada. En mitad de la pandemia, cuando más crudo parecía el regreso del baloncesto, LeBron se las apañó para convencer a un grupo de jugadores que elevaron la voz para pedir a la NBA que buscara soluciones para la reanudación. En un principio, el alero se negó a jugar sin público, pero vistas las circunstancias entendió que la burbuja de Orlando era el modo más viable de continuar con su sueño y de rendir tributo a Kobe, cuyo recuerdo sigue presente y al que los Lakers quieren homenajear luciendo una camiseta especial en sus partidos si avanzan a segunda ronda. Algo que no tendrán fácil, pues en su camino se han cruzado los Blazers de un imperial Lillard , el mejor jugador hasta el momento en los partidos disputados en Disney World.

Cuando fichó por los Lakers en el verano de 2018, LeBron sabía que su misión de devolver el título a Los Ángeles no iba a ser fácil. Sin apenas mimbres para la reconstrucción, la franquicia se hipotecó el pasado verano para fichar a Anthony Davis y darle a James un compañero con el que pelear por el anillo. Se fueron varios de los jóvenes llamados a ser el futuro del equipo -Ingram o Lonzo Ball- y a cambio los Lakers sumaron un puñado de buenos jugadores y varios veteranos comprometidos como Rajon Rondo o Dwight Howard . Una plantilla compensada, pero lejos de la calidad presente en otros vestuarios.

Fue LeBron el que se las ingenió para que todos remaran en la misma dirección, organizando reuniones durante la pretemporada y llevando a cabo charlas personales con cada uno de los compañeros. Solo así se entiende el rendimiento coral del equipo, que se ha convertido en la cuarta mejor defensa del campeonato y uno de los más solidarios en el pase. Es la primera vez en su carrera que James acaba la fase regular con más de 10 asistencias por partido , lo que evidencia su cambio de mentalidad en favor de sus compañeros.

El que más se ha beneficiado de ese juego altruista es Anthony Davis, máximo anotador y reboteador de los Lakers . El pívot ha espantado las lesiones tras muchos años de problemas y por primera vez ve el anillo al alcance de la mano.

No será fácil, pues a falta de un equipo que domine en las quinielas, son muchos los que aparecen como aspirantes al título en estos playoffs de resultado incierto. Más allá de los Lakers, en el Oeste emergen los Rockets y los Clippers como principales aspirantes a llegar a la final, mientras que en la otra conferencia son los Bucks y los Raptors los que más papeletas tienen para estar en la final. Conjuntos, todos ellos, que hace tiempo que no saborean la gloria y que quieren conseguirlo en esta temporada atípica que se decidirá en Orlando.

El hecho de que los playoffs se jueguen en campo neutral deja sin efecto el factor cancha amasado por los Lakers a lo largo de la fase regular. Un obstáculo más para James y su obsesión de llevar el anillo a Los Ángeles. Si lo consigue -y acaba siendo el MVP de la final-, se convertiría en el primer jugador en ganar tres anillos siendo el mejor de los playoffs con tres franquicias distintas (Heat en 2012 y 2013 y Cavaliers en 2016) . Un hito que le situaría, si no lo está ya, al nivel de leyendas como la de Michael Jordan o el propio Kobe Bryant.

Además, fuera de la cancha, James está liderando el movimiento «Black lives matter» , con iniciativas, por ejemplo, que buscan que haya más afroamericanos en las listas de los partidos para las próximas elecciones. Un compromiso que se une al que adquirió cuando llegó a los Lakers, cuyo objetivo de alcanzar el anillo quiere solventar ya en estos playoffs.

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