Sergio García brilla en una nueva exhibición europea

A pesar de haber tenido una temporada con altibajos, este 2018 quedará siempre en la memoria de Sergio García como el de la Ryder Cup de París. La calidad y el nivel de intensidad que está teniendo en su juego le está llevando a contar sus actuaciones por victorias y a servir de estímulo para sus compañeros en un objetivo que, 24 horas antes, parecía imposible: recuperar la copa perdida el año pasado en Hazeltine.

Después de la milagrosa recuperación de la tarde de ayer, el castellonense se ha convertido en un talismán al que todos los europeos quieren aferrarse. No solo está haciendo piña dentro del vestuario, como le reclamó su capitán al inicio del torneo, sino que está jugando como los ángeles. Ya sea con un debutante como Noren, o con una estrella como McIlroy , el español siempre aporta su parte. “Es un lujo poder jugar con alguien como él –apuntó Rory al terminar su choque de esta mañana- porque siempre sabe lo que debe decirte en los momentos duros y tira del carro cuando hace falta”. En el green del 17, después de haber dado ambos cuenta de Finau y Koepka (2 y 1), el dúo de amigos era todo felicidad. “Ha sido una gran victoria, trabajada y muy compensada- explicó el español- Nos conocemos perfectamente y sabemos lo que piensa el otro en cada momento, lo que es muy importante para apoyarnos”. Así pudieron frenar la remontada final de los norteamericanos, que les rebajaron su sólida renta de cuatro hoyos a falta de siete, a uno a falta de dos. Fue entonces cuando Sergio sacó toda su garra en el 17 y embocó un putt de seis metros que cerró el partido (2 y 1).

En ese momento de felicidad, también había un guiño para la estadística, pues con 24,5 puntos en su carrera García está a solo medio de superar los 25 de Nick Faldo en toda la historia de la competición. “Bueno esta es una prueba por equipos y lo importante aquí es el grupo –comentó con modestia- y de lo único de puedo estar presumir si lo consigo batir es que tendrán que pasar unos cuantos años hasta que alguien me alcance”. “Sergio, no te quites méritos que para nosotros sí que es muy importante que estés en lo alto de la tabla; eres historia viva del torneo” bromeó Rory dándole un cariñoso abrazo.

Unos minutos antes, los ingleses Casey y Hatton habían superado a Johnson y Fowler (3 y 2) y, poco después, la “extraña pareja” de Molinari y Fleetwood lograba su tercer punto consecutivo (y el séptimo europeo) al batir a Woods y Redd (4 y 3). Se da la circunstancia que desde McIlory y Colsaerts en Medinah 2012 ninguna otra dupla continental había encadenado tres éxitos seguidos.

Así las cosas, el último partido de Poulter y Rahm era el que cerraba la sesión y el que podía darle a los locales otro rosco histórico, en este caso en la modalidad de mejor bola. Sin embargo, en esta ocasión los exnúmeros uno mundiales Spieth y Thomas hicieron valer sus galones ante Poulter y Rahm y se llevaron un punto que estuvo de lo más disputado. Hasta el hoyo 7 dominaron los azules, pero luego llegó una racha de tres agujeros ganados en los cinco siguientes que les permitió jugar con mucho control al final para terminar ganando por (2 y 1). El resultado de la jornada favoreció a Europa (3-1), que en el global amplía su ventaja (8-4).

Para la sesión de misma bola de la tarde los emparejamientos son: Rose/Stenson – Johnson/Koekpa; García/Noren – Watson/Simpson; Molinari/Fleetwood – Woods/DeChambeau y Poulter/McIlroy – Spieth/Thomas.