Carreras de caballos

Así nació el Memorial Duque de Toledo, la prueba cumbre de la temporada

Comenzó a disputarse con esta denominación en otoño de 1941, tras la muerte del Rey Alfonso XIII, su gran impulsor

El Rey Alfonso XIII, visitante las caballerizas J. ZEGRI

Javier Fernández-Cuesta

El Rey Alfonso XIII , amante de las actividades deportivas y recreativas, decidió tomar el nombre de Duque de Toledo para pasar de incógnito. Fue así como creó bajo este «nombre de guerra» una cuadra de caballos purasangre con los que compitió contra los mejores de España, ayudando así a impulsar, también mediante la creación de hipódromos, una disciplina en horas bajas.

Lo cierto es que la prueba como tal viene existiendo desde 1930 , aunque en sus inicios la denominación más común que ostentó fue la de Gran Premio de Otoño , que servía como cierre de la temporada. Sin embargo, a raíz de la muerte del monarca, en 1941, ya en el exilio, se decidió rendirle tributo dedicándosela, llamándose Memorial Duque de Toledo . Actualmente se la conoce de forma coloquial como «El Memorial ».

El Memorial pues, comenzó a disputarse como tal en el otoño de 1941, con la victoria de L'astree sobre Hebecourt y Blocus . Se ha disputado sobre diferentes condiciones y distancias, hasta en 2.700 metros, para dejarlo en los actuales 2.400 metros intentando convertirlo en «nuestro» Arco del Triunfo. Hoy es la tercera pata del «Gran Slam» anual, junto el Gran Premio de Madrid y La Copa de Oro de San Sebastián.

Doble vencedores

En las sesenta y nueve ediciones disputadas, solo seis caballos consiguieron doblar victoria: Dyur , en 1958 y 59; Bu d, en 1963 y 65; Aray , en 1969 y 1970; Casualidad , en 1986 y 87; Partipral , en 1994 y 95; y Young Tiguer , en 2005 y 2007.

La carrera está reservada para caballos y yeguas de 3 años en adelante , portando los tres años un peso de 56 kilos, y los mayores un peso de 58,5 kilos. Once participantes tomarán la salida en la edición de este año desde el poste de los 2.400 metros, de los cuales solo dos valientes de la edad clásica. El vencedor, además de la gloria, se embolsará 40.000 euroso. Antes de la carrera se procederá al desfile de los participantes.

Hipodamo de Mileto es el caballo a batir. Segundo del Gran Premio de Madrid y Copa de Oro de San Sebastián, y sin la presencia de sus «verdugos», es el principal favorito, pero no lo tendrá fácil. Parsifal , después de un año gris, despertó en la preparatoria y será un enemigo muy duro. Tuvalu, a pesar de que este año aún no ha ganado, se le vio mejoría con su segundo puesto en el Gran Premio de San Sebastián, detrás de Hipodamo de Mileto. Hay que recordar que en 2017 fue el mejor, ganando el Gran Premio de Madrid y El Memorial Duque de Toledo, siempre hay que tenerle en cuenta. Federico quizás no tenga el valor para ganar la carrera, pero su gran corazón, le hace pelear todas las llegadas. La sorpresa podría ser Tregua , que se quedó sin «correr» en el Benítez de Lugo. A pesar de ser uno de los dos 3 años que se han atrevido a enfrentarse a sus mayores, creemos que tiene valor para pelearla.

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