Dos robots se posan sobre un asteroide por primera vez en la historia

La misión japonesa Hayabusa 2 ha depositado dos pequeños rovers sobre la superficie del asteroide Ryugu. En los próximos meses, más aparatos se posarán y la nave extraerá incluso muestras de este objeto para llevarlas a la Tierra

La agencia espacial japonesa ha posado los rovers Minerva II-1A y Minerva II-1B, de solo 18 centímetros de ancho JAXA
Gonzalo López Sánchez

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La Agencia Espacial Japonesa (JAXA) ha logrado posar este sábado dos robots de exploración sobre la superficie del asteroide 162173 Ryugu , con la finalidad de estudiar la composición del objeto e investigar los orígenes del Sistema Solar . Esta maniobra forma parte de la misión de exploración Hayabusa 2 , que significa «Halcón», en japonés. Esta se lanzó en 2014 y su principal objetivo es traer muestras del asteroide a la Tierra en el año 2020.

Dos pequeños robots con forma cilíndrica, de apenas 18 centímetros de ancho y siete de alto, llamados Minerva II-1A y Minerva II-1B, se posaron sobre la rugosa superficie de Ryugu, que en japonés es el nombre del palacio submarino del dios del mar, a 3.200 millones de kilómetros de la Tierra. Esta ha sido la primera vez en que se ha podido posar dos artefactos sobre un asteroide .

Fotografía tomada por el rover Minerva II-1B de la superficie del asteroide Ryugu JAXA

Los dos rover fueron liberados este sábado desde la sonda Hayabusa, un artefacto de 600 kilogramos, del tamaño de una nevera grande y provisto de paneles solares de hasta seis metros de largo. Gracias a la gravedad del asteroide, un objeto de apenas un kilómetro de longitud, recorrieron con lentitud unos 55 metros hasta llegar a la tranquila superficie . Después rebotaron con suavidad.

«Cada uno de los rovers está operando con normalidad y ha comenzado a rastrear la superficie de Ryugu», informó la agencia JAXA en un comunicado.

La carga científica de los pequeños rovers es, evidentemente, escueta. Van equipado con células solares para obtener energía, con dos cámaras para observar de cerca a Ryugu y con sensores de temperatura.

Representación de la Hayabusa 2. Transporta cuatro rovers y analizará la superficie del asteroide Ryugu JAXA

Además, los dos Minerva tienen capacidad de moverse de forma autónoma gracias a un sistema que genera movimiento en su interior. Así, son capaces de moverse dando pequeños saltitos en la absoluta quietud de la superficie de Ryugu. Conviene no confundir este entorno con el que, por ejemplo, exploró la sonda Rosetta, en la explosiva superficie del cometa 67P/Churyumov Gerasimenko .

«Estoy muy orgulloso de que hayamos establecido un nuevo método para explorar pequeños objetos celestes», ha dicho para AFP Yuichi Tsuda, director del proyecto.

La JAXA ya trató de lograr este objetivo en 2005, cuando un rover lanzado por la Hayabusa 1 acabó perdido en el espacio después de errar su blanco, el asteroide 25143 Itokawa.

Un «portaaviones» espacial

La Hayabusa 2 es un pequeño «portaaviones» que transporta tres rovers de exploración más . Además de los Minerva II-1A y II-1B, transporta el Minerva II-2. Este tiene forma octogonal y es ligeramente más grande, con un diámetro de 15 centímetros y una altura de 16. También va equipado con dos cámaras y un termómetro y será capaz de detectar partículas de polvo flotantes con una luz LED ultravioleta. Además, también tiene capacidad de moverse rebotando.

A la izquierda, el responsable del proyecto Hayabusa 2, Yuichi Tsuda EFE

Por último, la sonda transporta un rover diseñado por Francia y Alemania, y de nombre MASCOT («Mobile Asteroid Surface Scout»), mucho más grande y pesado que los otros . Este tiene unas dimensiones de 29.5 cm × 27.5 cm × 19.5 cm y tiene una masa de 9,6 kilogramos. Tranporta espectrómetro, un magnetómetro, un radiómetro y una cámara para analizar la estructura, la composición y el comportamiento térmico de la superficie de Ryugu. Además, también es capaz de desplazarse. Por desgracia, MASCOT solo podrá operar durante unas 16 horas antes de que se gasten sus baterías.

Todas estas pruebas con rovers son importantes porque permiten hacer mediciones in situ , ya que, literalmente, tocan la superficie de Ryugu. Además, permiten probar sistemas de movimiento que podrían ser usados más adelante en misiones a asteroides y en entornos sin gravedad, como naves espaciales en viajes interplanetarios.

Traer muestras de un asteroide a la Tierra

Pero aparte de eso, Hayabusa 2 hará otras importantes pruebas. En octubre, disparará un impactador cinético, el SCI (de «Small Carry-on Impactor») , de 2,5 kilogramos, un proyectil de cobre cuya función es crear un cráter de unos dos metros de diámetro.

Así se logrará levantar una pequeña parte de la superficie del asteroide en busca de los materiales no expuestos al espacio. La sonda se alejará de la zona, y dejará detrás una cámara desplegable que filmará el choque. Dos semanas después, la sonda volverá para recoger muestras de los materiales levantados.

Imagen captada por Hayabusa 2 de su sombra sobre Ryugu JAXA

Está previsto que el año que viene la sonda se acerque a la superficie del asteroide y despliegue un pequeño recolector . Una bala disparada a alta velocidad liberá materiales que serán guardados por la sonda, para luego ser transportados a la Tierra.

En total, los científicos esperan que la Hayabusa 2 recoja tres muestras distintas del asteroide, tanto de la superficie como de la capa ligeramente inferior. Les basta con conseguir al menos 0,1 gramos de cada una.

Además de eso, la nave observará el asteroide desde la distancia con su arsenal de insrumentos: espectrómetros, sensores de temperatura y cámaras.

Vuelta del asteroide a la Tierra

Después, sus motores iónicos la llevarán de vuelta a las cercanías de la Tierra, lo que le permitirá liberar las muestras del asteroide Ryugu en unas cápsulas especiales. Está previsto que después de eso aún pueda sobrevolar algún otro objeto con el combustible que le quedará.

A pesar de la escasa publicidad que ha tenido esta misión, tanto desde la JAXA como desde los medios, lo cierto es que no se ha hecho nada comparable hasta ahora . La Hayabusa 2 sigue los pasos de la exitosa Hayabusa 1, que en 2010 logró enviar muestras del asteroide Itokawa a la Tierra. Ambas han sido las primeras naves en tocar físicamente un asteroide.

Lo más similar es lo logrado por Rosetta, que en 2014 intentó posar un aterrizador en el cometa 67P/Churyumov Gerasimenko. En un futuro muy próximo, la NASA espera recoger muestras del asteroide 101955 Bennu con la sonda OSIRIS-REx , que fue lanzada en 2016. Si tuviera éxito, los materiales no llegarían hasta el año 2023.

Aparte de la anécdota histórica, el estudio de los asteroides y sus propiedades es fundamental para comprender la historia de formación del Sistema Solar, y quizás incluso la aparición de moléculas que pudieron propiciar la aparición de vida. Además, existe otro motivo más prosaico: estudiar estos objetos podría servir más adelante para usar los asteroides como minas , o bien sencillamente, para aprender a desviarlos y evitar un impacto contra la Tierra de terribles consecuencias.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación