Ciencia

Estos son los últimos bosques vírgenes que aún persisten en Europa

Un estudio identifica las áreas del continente en las que aún no hay rastro de actividades humanas, algunas de ellas en España

El mapa de los bosques antiguos de Europa, con confíferas o árboles de hoja ancha Esri, HERE, Garmin, OpenStreetMap contributors, the GIS uster community

ABC Ciencia

Aunque parezca mentira, aún quedan bosques vírgenes en Europa, vergeles salvajes en los que no se aprecia la mano del hombre. Un equipo internacional de investigadores, dirigidos por la Universidad de Humboldt en Berlín, ha elaborado un estudio y un mapa que muestran el sorprendente número de esos bosques antiguos que se mantienen en el continente. En España, están situados principalmente en Pirineos y la cornisa cantábrica .

«Lo que hemos mostrado en este estudio es que, aunque la superficie total del bosque no es grande en Europa, quedan muchos más de estos bosques vírgenes o primarios de lo que se pensaba anteriormente, y están ampliamente distribuidos», afirma Bill Keeton, ecólogo forestal en Vermont. «Y donde hay, proporcionan valores ecológicos y un hábitat excepcionalmente únicos para la biodiversidad», señalan.

El mapa identifica 13.800 km cuadrados en 34 países europeos . «No es que estos bosques nunca hayan sido tocados por el hombre. Esto sería difícil de creer en Europa», explica Francesco Maria Sabatini, autor principal del estudio (aquí puede consultar su blog, muy recomendable) . «Aún así, estos son bosques donde no hay indicaciones claramente visibles de actividades humanas. Tal vez sea porque han estado borrosas por décadas de no intervención, donde los procesos ecológicos siguen una dinámica natural».

Los científicos han mantenido la ubicación exacta de muchos de estos bosques de forma confidencial. «Son ecosistemas muy delicados, que pueden verse gravemente dañados por el turismo excesivo. Algunos, también se encuentran dentro de áreas estrictamente protegidas, por lo que el acceso normalmente solo se concede después del permiso explícito de las autoridades competentes», apunta Sabatini a ABC. Sin embargo, en España sí puede mencionar «un par de bosques famosos»: el Hayedo de Montejo de la Sierra , en el macizo de Ayllón, y la reserva Natural de Muniellos , en Asturias, o la preciosa Selva de Irati , en el Valle de Salazar, Navarra.

La compilación del mapa fue una tarea enorme. «Contactamos a cientos de científicos forestales, expertos y activistas de ONG de toda Europa que pedían compartir información sobre dónde encontrar esos bosques en su país», dice Sabatini, investigador postdoctoral en Humboldt. «Sin su participación directa, nunca hubiéramos podido construir nuestra base de datos, que es la más completa jamás compilada para Europa».

Remotos y fragmentados

El estudio destaca que los bosques primarios en Europa son generalmente muy raros, ubicados en áreas remotas y fragmentados en pequeños parches. «El paisaje europeo es el resultado de milenios de actividades humanas, por lo que no es sorprendente que solo una pequeña fracción de nuestros bosques aún no haya sido perturbada», explica Tobias Kuemmerle, director del Laboratorio de Biogeografía de Conservación de la Universidad de Humbolt y autor principal de el estudio. «Aunque esos bosques solo corresponden a una pequeña fracción del área total de bosques en Europa -dice-, son absolutamente excepcionales en términos de su valor ecológico y de conservación».

Guardabosques ucranianos en técnicas de medición forestal durante una expedición que condujo a un remoto bosque primitivo en las montañas de los Cárpato Bill Keeton

Los bosques primarios suelen ser el único hogar que les queda a muchas especies en peligro de extinción, y los científicos los consideran laboratorios naturales para comprender el impacto de las personas en los ecosistemas forestales. «Saber dónde están estos bosques raros es, por lo tanto, extremadamente importante, pero, hasta este estudio, no existía un mapa unificado para Europa».

En peligro

Aunque estás zonas están por lo general bien protegidas, el nuevo estudio también muestra que la preservación no puede darse por sentada. La mayoría de estos bosques son pequeños y están intercalados en paisajes dominados por humanos, lo que los hace particularmente propensos a la perturbación humana. Esto significa que, al menos en algunos países europeos, la extracción de madera o la tala pueden poner en peligro su naturaleza salvaje.

«Se están talando parcelas amplias de bosque primario en muchas áreas de montaña, por ejemplo en Rumania y Eslovaquia y en algunos países de los Balcanes», dice Miroslav Svoboda, científico de la Universidad de Ciencias de la Vida de Praga y coautor del estudio. «Una creciente demanda de bioenergía, junto con altas tasas de tala ilegal, están llevando a la destrucción de este patrimonio natural irremplazable, a menudo sin siquiera entender que el bosque que se corta es primario». Los científicos confían en que el nuevo mapa pueda ayudar a proteger los bosques antiguos de Europa.

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