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Neurociencia

Diez mitos sobre el cerebro masculino y femenino

¿Hay diferencias entre el cerebro femenino y masculino? Una investigación reciente cuestiona el fundamento de esos clichés

Madrid Actualizado: Guardar
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Varios estudios han descubierto diferencias anatómicas, químicas y funcionales entre los cerebros de hombres y mujeres. Se han hallado variaciones en regiones implicadas en el lenguaje, la memoria, las emociones o la forma de orientarse, entre otras. Y de ahí han surgido creencias sobre diferencias en determinadas capacidades. No hay que olvidar que se trata de diferencias estadísticas, que utilizan parámetros como la media o la moda (el valor más repetido) para estandarizar esas discrepancias, que parecen indicar que, en promedio, hombres y mujeres difieren en determinadas estructuras.

Pero también otros estudios han indicado que dentro de cada género las diferencias son muy grandes. Como ejemplo, las diferencias en la facilidad para el cálculo matemático entre las mujeres puede ser mayor que la que existe entre hombres y mujeres.

Lo mismo puede aplicarse a otras capacidades.

Por otro lado, está aún por determinar si hay relación entre esas discrepancias y la conducta en función del género. Otra cuestión pendiente de verificar es si esas diferencias son innatas o adquiridas por las pautas de educación.

Cordelia Fine, de la Universidad de Macquarie, asegura que “se requiere una buena dosis de escepticismo cuando se trata de estudios que hablan de diferencias entre los cerebros de hombres y mujeres y lo que estas significan”. Y sostiene que son los antiguos estereotipos de género los que sesgan las interpretaciones de los hallazgos encontrados.

Para añadir más controversia a este tema, un estudio publicado hace unos días en PNAS, el primero que mira el cerebro de hombres y mujeres en conjunto, sostiene que no hay cerebros típicamente femeninos o masculinos. En realidad, destacan los investigadores, el cerebro humano es un mosaico de características masculinas y femeninas.

La cuestión no está ni mucho menos zanjada, porque en Ciencia no hay dogmas, solo evidencias que puedan ser comprobadas y replicadas por grupos distintos a los que las descubrieron.

Estas son las “presuntas” diferencias frecuentemente destacadas y que han dado pie a libros muy populares, como “ La gran diferencia”, de Baron-Cohen, o los dos Louan Brizendine “ El cerebro femenino” y “ El cerebro masculino

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  1. Capacidad de planificación

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    Varios estudios han descubierto diferencias anatómicas, químicas y funcionales entre los cerebros de hombres y mujeres. Se han hallado variaciones en regiones implicadas en el lenguaje, la memoria, las emociones o la forma de orientarse, entre otras. Y de ahí han surgido creencias sobre diferencias en determinadas capacidades. No hay que olvidar que se trata de diferencias estadísticas, que utilizan parámetros como la media o la moda (el valor más repetido) para estandarizar esas discrepancias, que parecen indicar que, en promedio, hombres y mujeres difieren en determinadas estructuras.

    Pero también otros estudios han indicado que dentro de cada género las diferencias son muy grandes. Como ejemplo, las diferencias en la facilidad para el cálculo matemático entre las mujeres puede ser mayor que la que existe entre hombres y mujeres. Lo mismo puede aplicarse a otras capacidades.

    Por otro lado, está aún por determinar si hay relación entre esas discrepancias y la conducta en función del género. Otra cuestión pendiente de verificar es si esas diferencias son innatas o adquiridas por las pautas de educación.

    Cordelia Fine, de la Universidad de Macquarie, asegura que “se requiere una buena dosis de escepticismo cuando se trata de estudios que hablan de diferencias entre los cerebros de hombres y mujeres y lo que estas significan”. Y sostiene que son los antiguos estereotipos de género los que sesgan las interpretaciones de los hallazgos encontrados.

    Para añadir más controversia a este tema, un estudio publicado hace unos días en PNAS, el primero que mira el cerebro de hombres y mujeres en conjunto, sostiene que no hay cerebros típicamente femeninos o masculinos. En realidad, destacan los investigadores, el cerebro humano es un mosaico de características masculinas y femeninas.

    La cuestión no está ni mucho menos zanjada, porque en Ciencia no hay dogmas, solo evidencias que puedan ser comprobadas y replicadas por grupos distintos a los que las descubrieron.

    Estas son las “presuntas” diferencias frecuentemente destacadas y que han dado pie a libros muy populares, como “ La gran diferencia”, de Baron-Cohen, o los dos Louan Brizendine “ El cerebro femenino” y “ El cerebro masculino

    Jill Goldstein, de la Facultad de Harvard midió, mediante imágenes obtenidas por resonancia magnética, las dimensiones de varias regiones corticales y subcorticales (profundas) del cerebro. Y encontró que determinadas zonas de la corteza prefrontal, sede de las funciones ejecutivas, son más voluminosas en las mujeres que en los hombres.

    Como se tiene la creencia de que las diferencias de tamaño de las estructuras cerebrales reflejan su importancia relativa, se podría “deducir” del estudio que en las mujeres estas funciones de planificación, organización y control de impulsos, están más desarrolladas que en los hombres

  2. Habilidad verbal

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    En este caso ocurre algo parecido al anterior. Sandra Witelson, de la Universidad McMaster, observó que en el cerebro femenino hay mayor densidad de neuronas en ciertas regiones asociadas a la comprensión y procesamiento del lenguaje.

  3. Inteligencia emocional y empatía

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    La empatía se define como la capacidad para identificar las emociones y pensamientos de los otros y responder con una emoción apropiada. Y la inteligencia emocional como la capacidad para gestionar las propias emociones y responder a las de los demás.

    Baron Cohen considera que que la empatía es una característica más frecuente en mujeres que en hombres. Pero puntualiza: “Observen que no he dicho que se dé en todas las mujeres sino que, como promedio, se da más en las mujeres que en los hombres. La empatía es una capacidad. Igual que ocurre con cualquier otra, como la atlética, matemática o musical, varía de persona a persona”.

    Louan Brizendine distingue entre empatía emocional y cognitiva. Y señala otra zona dispar, las uniones temporoparietales del cerebro. Situadas a la altura de las orejas, se asocian con la empatía cognitiva y el procesamiento cognitivo de las emociones. Y, destaca, está más activa en los hombres.

    También destacada diferencias en el sistema de neuronas espejo, en relación con la empatía, algo aún controvertido: “Las mujeres tienen más neuronas espejo que incluye un sistema más activo de empatía emocional, que se activa cuando reconocemos emociones en la expresión de los otros. Las mujeres tienden a utilizar más este sistema y regirse por él, y esto lleva al contagio emocional vía neuronas espejo.

    Los hombres, por el contrario, usan más brevemente a este sistema y luego pasan a a utilizar el sistema de las uniones temporoparietales, el de la empatía cognitiva, para buscar una solución”. Según Brizendine, esto marca la diferencia entre el punto de vista masculino y femenino: el “Lo que deberías hacer”, de los hombres frente al “cariño sé cómo te sientes, que quieren oír las mujeres”, indica.

    Una interpretación que parece estar sesgada por el neurosexismo que denuncia Fine

  4. Orientación y visión espacial

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    El hipocampo es una estructura del cerebro fundamental para la representación espacial. Según muestran las imágenes de resonancia, esta estructura es mayor en las mujeres que en los hombres. Y se supone que esa diferencia podría guardar relación con la distinta forma en que hombres y mujeres se orientan en un recorrido. Al parecer, según diversos estudios los hombres tienen tendencia a guiarse por la estimación de las distancias y la localización en la que se encuentran, mientras que las mujeres parecen basarse en puntos concretos de referencia, explica Larry Cahill, de la Universidad de California, en un artículo publicado en Investigación y Ciencia.

  5. Memoria emotiva

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    Investigaciones llevadas a cabo por Larry Cahill y su equipo parecen demostrar que la amígdala, importante para recordar los sucesos emotivos, tiene distinta reacción en hombres y mujeres. En este parece ser una cuestión de lateralidad. En lo varones se activa más la amígdala derecha en imágenes desagradables (un animal en descomposición, la utilizada en este experimeto), mientras que en las mujeres es la izquierda la que más reacciona.

    Según el equipo de Cahill, esta diferencia sería la causa de las mujeres recuerden más vivamente los detalles de un acontecimiento emotivo y de que los hombres “conserven memoria de su esencia”. ¿El neurosexismo que denuncia Cordelia Fine, de nuevo?

  6. Cerebro más grande

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    Desde hace un siglo largo que se sabe que, en promedio, el cerebro de los hombres es más grande que el de las mujeres. Así de “imparcialmente” lo resumía el psicólogo francés Gustave Le Bon en 1879: "En las razas más inteligentes, como entre los parisienses, existe un gran número de mujeres cuyos cerebros son de un tamaño más próximo al de los gorilas que al de los cerebros más desarrollados de los varones. Esta inferioridad es tan obvia que nadie puede discutirla (…). Todos los psicólogos que han estudiado la inteligencia de las mujeres (…) reconocen que ellas representan las formas más inferiores de la evolución humana (…)".

    Esta diferencia de tamaño se utilizó entonces para validar la creencia imperante: la superioridad intelectual masculina. Para desmentir este punto no hacen falta sesudos estudios. Nuestra especie tiene dimorfismo sexual, que se traduce en que como media los hombres tienen mayor tamaño que las mujeres. Y esto se aplica también al cerebro. Pero si se tiene en cuenta la relación entre tamaño corporal y tamaño del cerebro, las diferencias entre géneros se diluyen.

    Además, la inteligencia no está ligada al tamaño del cerebro. Con lo que podemos concluir que en este caso, aunque los hombres lo tienen más grande, el tamaño del cerebro NO importa. Según explica Javier de Felipe, investigador el Instituto Cajal-Csic y la Universidad Politécnica de Madrid, que lidera el proyecto Cerebro Humano en España, las diferencias en inteligencia entre las personas no están determinadas por el tamaño de su cerebro sino posiblemente por el patrón de conexiones entre sus neuronas. Y este patrón dependería en parte de la genética, pero también, y muy importante, de las experiencias de cada uno.

  7. Agresividad

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    En los hombres se ha detectado mayor tamaño en al amígdala, una estructura en forma de almendra encargada de responder a la información emocional con descargas de adrenalina.

    Además tienen sobredimensionada el área premamilar, una región del hipotálamo que está vinculada con la defensa del territorio, que además es más activa.

  8. Conducta sexual

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    Hasta hace poco se pensaba que las diferencias entre cerebro masculino y femenino se limitaban a las regiones responsables de las conductas reproductivas. El punto de mira estaba en el hipotálamo. La psiquiatra estadounidense Louan Brizendine, autora de dos “best seller”: el cerebro femenino y El cerebro masculino”, explica que el área preóptica medial, del hipotálamo, que determina el impulso sexual, es 2,5 veces mayor en los hombres que en las mujeres. En otros mamíferos, como los roedores, en los machos es incluso 7 veces mayor.

    Brizendine lo “resume” así, tal vez de forma un tanto reduccionista: “Todo cerebro [el de mujeres y hombres] es al principio femenino. Sólo se vuelve masculino ocho semanas después de la concepción, cuando el exceso de testosterona disminuye el centro de comunicación, reduce la corteza cerebral auditiva y hace dos veces mayor la parte del cerebro que procesa el sexo

  9. Cálculo y matemáticas

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    Una creencia generalizada, que aún sigue haciéndose fuerte en algunos cerebros, ha sido que los hombres están mejor dotados para el cálculo y las matemáticas que las mujeres. Pero hasta la fecha “nadie ha descubierto prueba alguna de que la mujer, por sus peculiaridades anatómicas, sea incapaz de alcanzar la excelencia en matemáticas, física o Ingeniería”, argumenta Larry Cahill, de la Universidad de California, en un artículo publicado en Investigación y Ciencia.

    Lo escribía a raíz de la polémica suscitada en 2005 por uno de esos “cerebros” que aún mantiene viejas ideas, Laurence Summers. Ocupaba el cargo de rector de la Universidad de Harvard cuando atribuyó la menor proporción de mujeres en las carreras científicas a su estructura cerebral. A principio de 2006 ese y otros comentarios desafortunados le llevaron a “presentar” la dimisión como rector...

  10. Cerebro multitarea

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    Un estudio de 2013 de la Universidad de Pensilvania sostiene que el cerebro de las mujeres está mejor cableado para hacer varias cosas a la vez que el de los hombres. Se publicó en PNAS, la misma revista en la que ahora se ponen en entredicho estas conclusiones sobre las diferencias entre el cerebro de hombres y mujeres.

    Según este último estudio habrá que decir digo donde anteriormente dijimos diego. Al menos de momento...

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