Un tiburón de Port Jackson
Un tiburón de Port Jackson - Evan Byrne

Descubren que los tiburones tienen personalidad

Experimentos demuestran que cada ejemplar se enfrenta de forma diferente al estrés y las situaciones nuevas

MADRID Actualizado: Guardar
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En los seres humanos, la personalidad define cómo somos y la forma en la que tendemos a responder a ciertas situaciones. Si se conoce a alguien lo suficientemente bien, es posible predecir cómo va a actuar ante un hecho concreto. Es decir, su comportamiento tiende a repetirse en el tiempo o ante hechos similares. Pero la personalidad no es una característica exclusivamente humana. Muchas especies animales también la muestran. Y ahora, por primera vez, un estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Macquarie en Sídney (Australia) ha observado que los tiburones están en esa lista de animales con carácter.

El equipo observó el comportamiento de los tiburones de la costa este de Australia y se encontró con que los diferentes ejemplares tuvieron respuestas distintas y consistentes cuando eran expuestos a un ambiente desconocido y de estrés.

«Durante las últimas décadas, la ciencia ha demostrado que cerca de 200 especies de animales tienen una personalidad individual. La personalidad (...) es una característica profundamente arraigada en nuestro pasado evolutivo», dice el autor principal del estudio, Evan Byrnes.

Los ensayos fueron diseñados para poner a prueba la audacia de los tiburones, su propensión a tomar riesgos. Los tiburones fueron introducidos primero en un tanque donde se les proporcionó refugio. En el primer experimento, se midió el tiempo que le llevó a cada uno de ellos salir de su guarida en un nuevo entorno. En el segundo ensayo, similar a la manipulación por un pescador, se observaba la velocidad de recuperación del estrés tras la liberación del ejemplar.

No es algo casual

Los resultados demostraron que el comportamiento de cada uno de los tiburones fue constante durante los ensayos repetidos, lo que indica comportamientos arraigados en lugar de reacciones casuales. Es decir, algunos tiburones fueron consistentemente más audaces que otros, y los tiburones que eran más reactivos en el manejo del estrés en el primer ensayo también eran los más reactivos en un segundo ensayo.

«Estamos muy contentos con estos resultados, ya que demuestran que los tiburones no son sólo máquinas sin sentido. Al igual que los humanos, cada uno es un individuo con sus preferencias y comportamientos únicos», dice el profesor Culum Brown, que ha participado en la investigación.

«Nuestros resultados plantean una serie de preguntas acerca de la variación individual en el comportamiento de los principales depredadores y las implicaciones ecológicas y de gestión que ello pueda tener. Si cada tiburón es un individuo y actúa de forma única, entonces claramente la gestión de las poblaciones de tiburones es mucho más complicada de lo que se pensaba anteriormente», continúa. A su juicio, «la comprensión de cómo la personalidad influye en la variación en el comportamiento del tiburón -como la elección de la presa, el uso del hábitat y los niveles de actividad- es fundamental para una mejor gestión de estos depredadores superiores que desempeñan papeles ecológicos importantes en los ecosistemas marinos».

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