Modelo tridimensional de Megalictis ferox (izquierda) y de una marta americana actual (Martes americana) a la derecha, en el que se aprecia la gran diferencia de tamaño
Modelo tridimensional de Megalictis ferox (izquierda) y de una marta americana actual (Martes americana) a la derecha, en el que se aprecia la gran diferencia de tamaño - Alberto Valenciano

La comadreja «feroz» que partía huesos a dentelladas

El enigmático animal, del tamaño de un jaguar, era un gran depredador de su época, hace unos 20 millones de años

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Reconstrucción secuencial de la cabeza de Megalictis ferox. La escala equivale a 5 cm
Reconstrucción secuencial de la cabeza de Megalictis ferox. La escala equivale a 5 cm - Adam Hartstone-Rose

El Megalictis ferox, un enigmático animal emparentado con hurones, comadrejas y tejones actuales, hace honor a su apellido. Pese a su apariencia afable, se trataba de uno de los grandes depredadores de su época, el Mioceno inferior, hace unos 20 millones de años. Su tamaño era como el de un jaguar y su dentición, tan potente que podía romper y triturar huesos como lo hacen las hienas.

Así lo revela un estudio internacional, la mayor revisión de los restos del animal realizada hasta el momento, publicado en PLOS ONE y dirigido por Alberto Valenciano, investigador del Departamento de Paleontología de la Universidad Complutense de Madrid y el Instituto de Geociencias (CSIC-UCM).

Los fósiles, almacenados en el Museo Americano de Historia Natural de Estados Unidos ( AMNH, por sus siglas en inglés), son restos craneales y mandibulares de tres ejemplares.

«Se encontraron a finales de los años treinta del siglo pasado en Wyoming y Nebraska y estaban alojados en los cajones de paleontología de vertebrados del museo», destaca el científico.

Ninguno de estos cráneos había sido analizado previamente en profundidad, por lo que Valenciano, que entonces trabajaba en el museo norteamericano gracias a una beca de investigación, se encontró con un área prácticamente inexplorada.

Uno de los ejemplares tiene el cráneo más completo de toda la especie. El análisis de los restos permite tener una idea de cómo se comportaba el animal. «Su enorme talla –con un cráneo de entre 19 y 24 centímetros, similar al de un jaguar o un lobo–, morfología de la dentición, esqueleto postcraneal y el comportamiento de los mustélidos actuales nos dan a entender que sería un gran depredador», afirma el paleontólogo. Podría compararse con una comadreja del tamaño de un jaguar pero con unos dientes capaces de triturar huesos, describe.

Cosas de familia

La buena preservación de los restos también ha permitido sacar conclusiones sobre el parentesco del animal con otras especies a lo largo del tiempo. Hasta ahora algunas hipótesis apuntaban a que Megalictis ferox y otros animales eran mucho más primitivos que los hurones, tejones o nutrias (los mustélidos actuales), y que estaban emparentados con un grupo mucho más amplio llamado musteloideos, que engloba a los mustélidos pero también a las mofetas, mapaches y pandas rojos.

Otras hipótesis se inclinaban por limitar su parentesco a los mustélidos de hoy en día, algo que han corroborado los científicos en este estudio. «A la vista de nuestros resultados, Megalictis ferox tendría un grado de parentesco más fuerte con los mustélidos actuales que con los mapaches, mofetas y pandas rojos», apunta el investigador.

En el trabajo también han participado el Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont (ICP), el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) y la Universidad de Málaga, además de otros organismos americanos.

Ver los comentarios