A. De Antonio/De San Bernardo
MBFWM. Otoño-invierno

Miguel Marinero llega a textil con ovación y vuelta al ruedo

En el desfile doble que inaugura la jornada pudimos disfrutar de dos buenos desfiles. Primero Moisés Nieto, con una colección siempre innovadora, y Miguel Marinero que, con una colección muy trabajada, ha gustado en la pasarela madrileña

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El pabello 14 de Ifema empieza a llenarse desde primeras horas de la mañana para disfrutar de esta segunda jornada de la 65 edición de la MBFW Madrid. Y es que el calendario para el día de hoy es de calidad. Pero no solo de pan vive el hombre, no todos los visitantes que se acercan a Ifema disfrutan de los desfiles. Un recorrido por el Cibelespacio te acerca a las tendencias de los jóvenes diseñadores que también tienen su stand.

Muchos jóvenes hacen colas por si no se llenan los desfiles para poder entrar a verlos, aunque en este primero que acabamos de disfrutar era prácticamente imposible. Un desfile doble tiene mucho reclamo: Moisés Nieto y Miguel Marinero.

Abrió «fuego» el joven diseñador andaluz Moisés Nieto, alguien al que se debe seguir siempre. Pues es innovador y creativo. Desde que en 2010 ganara el premio del joven talento de la Samsung Ego, ha sido uno de los fijos en la pasarela. Y en cada una de ellas trae un viento fresco. En este caso, nos confesaba antes de empezar el desfile que había hecho un «laberinto con su colección, pero que luego había quedado muy coherente estéticamente». Era difícil de entender aunque con algunos looks muy sencillos y muy atractivos. La explicación de este laberinto como él lo denominaba, la fuente de inspiración: David Lynch, el director cuyos argumentos son difíciles de entender.

Pero Moisés, pese al laberinto, feminiza a la mujer, saca su lado más sensual, como las protagonistas de la película «Mullholand Drive», dos mujeres en busca de su pasado. Y con mucho brillo, mucho lúrex empiezan a recorrer la pasarela las modelos. Looks muy ajustados para vestidos con mangas discretamente con forma jamón, para a continuación dar paso a los vestidos más lady, con grandes aberturas laterales. Y algo que puso el tono insinuante y que ya había utilizado, según creemos recordar, en otras ocasiones, cadenas que surgen de las costuras del pecho.

Maravillosa la colección «Pentimento», que para Nicolás, según nos decía antes de empezar el desfile, «es un juego de palabras, sin arrepentimiento». Prendas icónicas, como la capa de las pieles que pasan al textil. El cuadro de Velázquez de las Meninas visto en los años 80. Como por ejemplo, una sudadera en neopreno con la impresión de una menina, adornada con pelo de cabra y su pendiente, fantástica. Una combinación que así dicha puede sonar a estrambótica, pero que sobre pasarela convenció y gustó. Las muchas horas de trabajo –se notaba en los cuidados detalles que se percibían en cada una de las prendas- han tenido su recompensa. Felicidades.

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