Carnaval de Cádiz

El jurado y la elección del Ayuntamiento: «Este año la gente se ha autocensurado demasiado»

Manolín Santander, Vicente Lázaro 'Laly', Antonio Rivas, Manolo Camacho y José Juan Ramos creen que los representantes legales deben elegir a los jueces del Concurso

Francis Jiménez
José María Aguilera

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El jurado bien merece capítulo aparte. Su proceder siempre será polémico, es una quimera alcanzar la felicidad colectiva, pero el grado de discusión alcanzó su cénit este último Concurso con el jurado presidido por Ana Barceló Calatayud. El malestar de la enorme mayoría se mantiene, aunque el paso de los meses permite analizar el fallo con los ánimos más calmados.

Antonio Rivas ha lanzado la propuesta para la elección del presidente del jurado, que ha de ser quien escoja a su equipo. «Retomo una idea del 99 y el 2000. Quien quiera serlo, que se presente. Y los representantes legales de las agrupaciones lo voten en secreto». Una fórmula que convence a todos, pues la idea de que el Ayuntamiento, el poder político, elija al juez ha sido una de las decisiones más desafortunadas del actual equipo de Gobierno. «Este año la gente se ha autocensurado demasiado. Desde el principio», reconoce Manolín Santander, que exterioriza el temor de los carnavaleros a cantar una letra que no case con la ideología de los actuales dirigentes. «Que sea nombrado a dedo por el Ayuntamiento puede suponer una ideologización o politización impropia del concurso». destaca José Juan Ramos.

«Es que se han encargado ellos de alimentarlo», reflexiona Rivas. «Recuerdo a la presidenta escandalizada porque en un cuplé una chirigota soltó un bastinazo. Quieren utilizar el Carnaval para educar en valores, y el Carnaval es transgresión». Ramos lamenta que «el jurado este año ha utilizado el espacio escénico para enviar mensajes que en absoluto eran su cometido, han puntuado de forma incongruente y sin lógica alguna y además han tomado un protagonismo impropio».

Laly observa al jurado de la cantera y «¿por qué no están en adultos? Hacen falta buenos aficionados, por ejemplo los Antifaces de Oro. Y que vean todas las agrupaciones, no sólo las de su modalidad».

Manolo Camacho fue presidente en 2020, justo antes de la pandemia. «La polémica es cosustancial a los jurados. Cuando a mí me preguntaron si estaba de acuerdo con nuestro fallo (pues recuerdo que el presidente no tiene voto), yo dije que quizás no fuera mi final, pero que asumía ese veredicto como mío. La clave es que el jurado siempre debe deliberar. Que los vocales hablen entre ellos y al final decidan si una te ha gustado más que la otra, y por tanto debe pasar». «Yo fui un daño colateral de esa medida nueva de este último Concurso», lamenta Santander, pues su comparsa 'La predicadora' se quedó fuera de semifinales pese a estar en todas las quinielas. «Y luego hay que dejar a un lado los prejuicios».

«Es como dice Antonio. Hay que dejar un tanto al margen tus ideas. Un cero en el tipo al Bizcocho porque no te gusta su disfraz no se sostiene». «El problema es que marca tendencia en los años venideros», termina Laly, «por eso deben estar buenos aficionados». Y deja para el final su propuesta: «Yo quiero ser presidente del Jurado».

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