Forma vs fondo

Llevamos años encaminándonos a un carnaval distinto, recorriendo una senda de difícil retorno y de compleja salida. En más de una ocasión he escuchado decir que el carnaval es fiel reflejo de la sociedad en la que vivimos y no le resto un ápice de duda a esa máxima.

El Carnaval de Cádiz es diferente a todos los carnavales del mundo porque se basa en la copla y en la creatividad. Nuestra expresión no se circunscribe al disfraz, a la fiesta o al baile, nuestra identidad se refleja en las coplas, en la composición tradicional de música y letra que intenta hacer reír, zarandear al poder o elevar nuestras propias señas de identidad.

Pero hace tiempo que vengo observando que el carnaval de los últimos tiempos no se basa en el repertorio, en la copla, en la música y letra… ahora todo se ha mercantilizado y a menudo se le presta más atención a la puesta en escena, al artificio, al maquillaje, al espectáculo y al efecto que a la copla.

Antes los repertorios se entendían perfectamente por la radio. De hecho era la mejor herramienta para disfrutar del carnaval por su calidez, su cercanía y su inmediatez (yo aún mantengo esa idea romántica de que la radio está intrínsecamente unida al carnaval)… sin embargo, hoy hay repertorios que se hacen difícilmente explicables por radio debido a su complejidad escénica y al continuo apoyo visual que necesitan.

No estoy en contra del desarrollo ni de utilizar todos los recursos que te facilita el teatro y los adelantos actuales para ofrecer un espectáculo más completo, pero siempre que sea un sumando y no un factor que venga a eliminar la esencia.

Lo primero es la copla. Música, letra y afinación que diría el bueno de Juan Garrido Ponce «Juanelo», y después que le sumen todos los complementos que quieran. Pero por favor, que nadie se confunda y empiece la casa por el tejado.

Centrémonos en un buen repertorio bien cantado y busquemos luego los golpes de efecto, los movimientos escénicos, el humo, los atrezos y todo lo que venga a sumar enteros a lo que debe ser el santo y seña de nuestro carnaval, la copla.