¿Sexo sin conocer el suelo pélvico? «Es como meter en la cama a Robocop con un playmobil»

Verónica Selis, entrenadora y especialista en suelo pélvico y flexibilidad, revela la importancia de conocer esta zona para disfrutar de las relaciones sexuales y mejorar la salud

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Sandra Palacios

Lo primero que viene a la mente al hablar de suelo pélvico son expresiones como «eso es cosa de embarazadas y señoras mayores» o «sirve para cortar el chorro de pipí». Pero todo eso está muy alejado de la realidad. Jóvenes de 20 años y tanto hombres como mujeres pueden sufrir una disfunción. Lo que ocurre es que las chicas, por una cuestión anatómica, tenemos patologías que son más peligrosas, básicamente, porque tenemos vagina, que es un orificio de salida por el que «se pueden salir» los órganos pélvicos (el útero, la vejiga o el recto).

Verónica Selis, entrenadora corporal y especialista en suelo pélvico

En ocasiones, ciertos temas se ponen de moda y hay un exceso de información que hace que se pierdan los detalles importantes. Esto es lo que está pasando con esta parte de nuestro cuerpo o al menos así lo ve Verónica Selis , entrenadora corporal y especialista en suelo pélvico y flexibilidad. Hace ocho años le diagnosticaron una disfunción en esta zona y a partir de ahí comenzó un profundo camino de redescubrimiento con su cuerpo.

¿Qué es el suelo pélvico?

Como algo muy teórico, es el conjunto de músculos y tejido conectivo que cierra la pelvis por abajo y funciona de sostén. Pero en una mirada más amplia, hay que saber que la pelvis como estructura ósea y los órganos que están dentro de ella también forman parte del suelo pélvico, porque luego todo se va a ver implicado.

¿Por qué hay que fortalecerlo?

Si solo pensamos que hay que fortalecerlo caemos en un error. Lo ideal es que tenga un equilibrio, que se pueda contraer, pero también relajar, pues es una zona de paso que tiene una función de cierre para que no salga pis, caca, niños, tampax, etc., cuando no queremos, pero también tiene que permitir la salida, ser flexible. Además, si esta musculatura no está en equilibrio, no puede hacer la función de sostén y nuestros órganos pueden descender. En los chicos un exceso de tensión les puede causar dolores poseyaculatorios, ardor… Por ello es importante que sea fuerte y flexible.

¿Cuáles son las razones principales por las que se debilita?

La mala postura, porque modificas la posición de tu pelvis y tus órganos empiezan a causar peso en lugares donde no deben creando una presión constante; la mala respiración, por no saber gestionar el cambio de aire; y los malos hábitos miccionales o defecatorios, por ejemplo, estreñimiento, hacer pis 80 veces por si acaso...

También es importante la alimentación, porque puede ser inflamatoria para los intestinos y que estos pesen sobre toda la parte baja de nuestro cuerpo.

Por último, estaría la falta de conocimiento y conciencia de esta zona. La mayoría de la gente cuando le preguntas dónde está su suelo pélvico o cómo se siente, no tiene ni idea. Yo te digo abre y cierra la mano y sabes hacerlo, pero si te digo que contraigas tu suelo pélvico no sabes. Y esto es otro de los factores que más lo debilitan, porque si tú no sabes que esta zona existe, si no la sientes, estás haciendo cosas malas sobre esta estructura sin darte cuenta.

Además, hay otros como el tabaco, el alcohol y el estrés.

«Entre que no conozco mi suelo pélvico y voy con la pelvis rígida, es como meter en la cama a Robocop con un playmobil. Poco goce hay ahí», manifiesta Selis

¿Cómo influye el suelo pélvico en nuestras relaciones sexuales?

Si no conozco esta zona y a mi pareja sexual le pasa lo mismo vamos a la cama y el placer se ve disminuido. Es como si tuviéramos una potencialidad de 100 y explorásemos solo un 5. Además, hay gente que tampoco sabe mover la pelvis. Entonces, entre que no conozco mi suelo pélvico y que voy con la pelvis rígida, es como meter en la cama a Robocop con un playmobil. Poco goce hay ahí. Por otra parte, si el suelo pélvico está debilitado, tu capacidad de sensibilidad va a verse disminuida, porque tu vagina tiene que tener una tensión para que cuando el pene entre y roce te haga sentir. Por el contrario, si tu suelo pélvico está con un exceso de tensión, si algo entra va a doler. La falta de lubricación también está relacionado con un suelo pélvico tenso.

¿Y en el caso concreto de los chicos?

Ayuda a la erección. Si lo conocen y saben activarlo conscientemente, saben moverlo, en el momento de la erección pueden mandar contracciones voluntarias, ayudar a la erección y además tener un control de su eyaculación, contener el orgasmo y hacerlo más tarde.

¿Cómo influye en los orgasmos?

El orgasmo es una contracción involuntaria de la musculatura del suelo pélvico. Si cuando lo estás teniendo mueves y contraes voluntariamente el suelo pélvico, ese orgasmo se triplica. También hay mujeres que no llegan porque nunca se han tocado y no saben dónde está el clítoris (los orgasmos se producen por la estimulación directa o indirecta del mismo) y piensan que con que las penetren ya van a conseguirlo y no saben que de este modo solo un porcentaje mínimo de mujeres consiguen el clímax. Casi todas lo logran con la estimulación directa del clítoris.

En el orgasmo tu musculatura tiene que ir hacia dentro y hacia arriba, porque se está contrayendo, pero cuando hay una disfunción, hay gente que en lugar de contraer hace empujes hacia fuera. Por eso, hay mujeres que tienen pérdidas de orina cuando tienen el orgasmo. Esto es muy peligroso, porque si estás empujando te sale orina, caca, pero también te puede salir un órgano.

Selis explica que con una buena salud pélvica el dolor menstrual se puede reducir a la mitad

¿Y con la regla?

Empezamos a darle ibuprofeno a las niñas con 12 años porque nos dicen que el dolor menstrual es normal, pero con una buena salud pélvica se reduce a la mitad. Hay un montón de recursos, como mover el suelo pélvico, para reducir el dolor de ovarios. Un tejido que no se mueve se adhiere: el útero y la vagina están en movimiento, pero si tú no mueves esta zona, empieza a estar dura y se crean adherencias en el tejido y por eso duele.

¿Qué ejercicios podemos hacer para fortalecerlo?

Por un lado, están las contracciones voluntarias: apretar/contraer el suelo pélvico, por capas, de más afuera a más adentro, o aguantar tantos segundos. Por otra parte, se hacen técnicas respiratorias y posturales específicas para activar esta musculatura de manera involuntaria, es decir, enseñarle a que trabaje sin que yo tenga que apretar. Otra cosa básica es que tu pelvis pueda moverse, porque si está dura y rígida no va a permitir que muevas el suelo pélvico. Para estar seguros de que lo estás haciendo bien, hay que acudir a una fisioterapeuta especialista en esta materia.

No obstante, puedes probar tú también a meter un dedo por tu vagina. Yo siempre recomiendo que investiguen. Si tocas por arriba, sentirás tu útero. Ahí tienes que imaginarte que quieres tirar y apretar tu dedo y llevarlo hacia arriba (es más sencillo de pie) y luego cuando relajes y sueltes verás cómo el dedo se va hacia fuera. No es fácil. Si no lo conoces y no lo has sentido nunca, tu cuerpo tirará de abdomen y glúteo.

¿Qué opina de la moda de las bolas chinas?

Hay un problema con ellas. Primero no son un juguete sexual, es un peso que te vas a introducir en tu vagina. Por tanto, si voy a meter peso en mi suelo pélvico, primero tendré que saber su estado, porque si la bola china pesa, por ejemplo, 80 gramos, ¿cómo sé yo que mi suelo pélvico puede sostener ese peso? Si este músculo está débil pueden pasar dos cosas: o se te cae o le empiezas a pedir a tu suelo pélvico esfuerzos a los que no está acostumbrado. Y si hay exceso de tono, podría agravarse con el uso de un peso inadecuado y acabar en una contractura. Por ello, su uso tiene que estar pautado por un profesional. Es un tratamiento que si no se utiliza correctamente puede causar grandes problemas.

¿Por qué hay tanto desconocimiento sobre el suelo pélvico?

Porque justo está relacionado con temas de los que no está bien visto hablar como pis, caca y sexo. Nos sentimos incómodos porque para conocer esta zona tenemos que mirar nuestra vulva, sentirla, meternos el dedo y tocar para saber dónde está nuestra vagina y útero. Si conozco mi anatomía, sabré que mi vulva y mi vagina no son como la tuya y que lo que a mí me gusta no es lo que a ti te gusta. El sexo no es meter y sacar . Eso es lo básico que hemos aprendido porque nuestra educación sexual depende del porno y las películas, y todo eso se aparta de la realidad.

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