Sexualidad
Relaciones sexuales en la pareja en verano: ¿más o menos cantidad?
Cuando llega el verano existen personas solteras que pueden encontrarse con problemas que giran en torno a su salud sexual
Si existe un tema que interesa tanto a hombres como a mujeres ese es el relacionado con la esfera sexual . Cuando llegamos al verano surgen muchas cuestiones y dudas sobre si la sexualidad que vive cada individuo es la correcta y as encuestas revelan que la mitad de las personas adultas tienen tres encuentros sexuales a la semana durante el verano, mientras que dos de cada diez llegan a mantener relaciones a diario.
Dichas encuestas no dejan de ser anecdóticas, pero el ser humano puede obsesionarse haciéndose preguntas a sí mismo a raíz de estos datos:
- ¿Tengo un problema por no llegar al número de encuentros sexuales de los que se habla en estos artículos?
- ¿Mi pareja y yo tenemos un problema al no alcanzar el deseo sexual que se supone que es habitual?
Tal y como explica el Dr. Antonio Hernández, médico especialista en medicina integrativa desde hace más de 15 años, «lo importante es ver cómo el verano impacta de forma positiva o negativa en tu salud sexual. Sabemos que la mayor exposición a luz solar, el aumento de vitamina D y la relajación que permiten las vacaciones, pueden favorecer un impacto positivo en las concentraciones de moléculas como la dopamina, la oxitocina o la serotonina; dichas moléculas están totalmente vinculadas al incremento del impulso sexual tanto en hombres como en mujeres».
Por otro lado, en los meses de verano tendemos a socializar con mayor frecuencia y pasar menos tiempo en casa, por lo que existe predisposición a relacionarnos más. Todo esto provoca un contexto favorable para los encuentros sexuales, pero no siempre es así.
Problemas en verano
A pesar de que sabemos que el verano puede generar un impacto positivo en el impulso y la calidad de las relaciones sexuales, también se trata de una estación en la que afloran muchos de los problemas sexuales que las personas camuflan durante el resto del año. El hecho de que en otras épocas estemos más ocupados a nivel laboral o tengamos menor vida social hace que nuestros pensamientos no estén involucrados con la posible falta de libido , la disfunción eréctil, la eyaculación precoz o la ausencia de orgasmos.
Cuando llega el verano existen personas solteras que pueden encontrarse con problemas que giran en torno a su salud sexual y que se potencian en estos meses, no es casualidad que a partir del mes de octubre aumente el número de consultas con profesionales que tienen como fin mejorar distintos contratiempos sexuales. Otro de los problemas que acontece en esta estación se focaliza en parejas que durante el año están totalmente involucradas en otras obligaciones diarias que restan protagonismo a la esfera sexual; en vacaciones hay más tiempo para liberarse, pero la falta de intimidad puede provocar nervosismo, ansiedad e inestabilidad.
Dentro de las razones que originan problemas, «encontramos procesos como el agotamiento con el que muchas personas alcanzan esta estación», explica. Tras meses de vida profesional intensa, con menos descanso del adecuado y mucho estrés físico y emocional, pueden aparecer desequilibrios en hormonas como el cortisol o la testosterona, agotamiento del sistema nervioso, así como problemas en neurotransmisores como la serotonina, dopamina o las endorfinas.
A la hora de hablar de la esfera y competencia sexual debemos incluir todos los componentes. Hay encuestas en la que se relata la existencia de personas con cierta aprensión a tener relaciones sexuales en verano debido a cierta fobia al sudor y el olor de la pareja (más intenso en esta época). Igualmente, tenemos que reconocer que muchos de los problemas que surgen en verano pueden ser pasajeros y estar relacionados con una base fisiológica totalmente coherente, por eso es importante relativizar y entender que probablemente unos meses después todo volverá a la normalidad.
En resumen, si te encuentras excesivamente preocupado y esto está afectando a tu autoestima o en la relación con tu pareja, no dudes en pedir consejo a profesionales que puedan establecer un correcto diagnóstico clínico y elegir el tipo de terapia que mejor se ajuste a tu perfil.
