Sexo

Fina Sanz: «Algunas personas se vinculan porque creen que no tener pareja es un fracaso»

La psicoterapeuta y sexóloga Fina Sanz revela en su obra «La pareja, un proyecto de amor» los conflictos o las vivencias positivas que pueden aparaecer en una relación y explica cómo abordarlos desde el autoconocimiento y el desarrollo mutuo

Algunas parejas están juntos «por estar»
Raquel Alcolea

Raquel Alcolea

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«¿Qué es para ti el amor ?, ¿qué experiencias amorosas recuerdas?» Aparentemente elegimos vincularnos con una u otra persona desde la «libertad» de elegir. Pero, ¿lo hacemos realmente de una forma libre? Estas son algunas de las preguntas que plantea Fina Sanz, psicoterapeuta, sexóloga y pedagoga en su obra «La pareja, un proyecto de amor». A lo largo de su trayectoria profesional y de sus publicaciones («Los vínculos amorosos», «Los laberintos de la vida cotidiana», «Diálogos de mujeres sabias», «Hombres con corazón» y «El buentrato», entre otros...) la experta ha ido configurando la «Terapia de Reencuentro» , un modelo integrador que comprende la psicología, la sexología y la educación para la salud con una perspectiva de género, clínica y comunitaria.

Fina Sanz.

Asegura que su objetivo es que las personas se conozcan profundamente, entiendan por qué tienen esos valores, creencias y comportamientos y descubran de dónde provienen, dónde lo aprendieron y si les van bien o no. Para ello enseña procesos humanos y aporta herramientas para vivir mejor, con autonomía y con sentido.

En el arranque de su obra aborda el concepto de pareja en sí, ¿qué señales indican que ambos participantes tienen un concepto distinto de pareja?

Hay un concepto del que hablo en el libro que habitualmente no se tiene en cuenta: el contrato de pareja . Este implica que puede que se parta de distintas realidades y conceptos. Y si esto sucede, hay que negociar.

El contrato de pareja parte del contrato personal que cada persona puede tener. ¿Cómo me gustaría vivir en pareja?, ¿Cómo sería para mi una pareja adecuada?... Cada persona ha de pensar qué es lo que quiere, qué es lo que no quiere y qué es lo que sería negociable o lo que no.

Uno de los problemas que pueden suceder es que muchas veces no pensamos, no somos conscientes de lo que queremos en una relación de pareja. Las personas se unen porque se quieren, porque tienen atracción sexual, etc., pero no saben muy bien lo que cada cual desearía de una pareja y de un proyecto en común y eso lleva a que no lo negocien. Cuando esto pasa nos podemos encontrar con problemas como por ejemplo que una persona quiera una pareja abierta a otras relaciones sexuales y la otra persona no lo quiera.

¿Qué diferencias existen entre «amar desde la libertad» y «amar desde la necesidad»

Amar desde la necesidad es amar desde la dependencia. Hay personas que se vinculan por cumplir expectativas sociales o por creer que no tener pareja es un fracaso. Entonces se vinculan y aman desde la necesidad de amar a alguien y sentirse amada o amado.

Amar desde la libertad es sentir que tenemos una capacidad amorosa infinita, que podemos amar a personas, animales o a la naturaleza... pero que decido vincularme y amar a las personas que me tratan bien, con las que comparto y creo vínculos, sin tener miedo a estar sola o solo y sintiendo que puedo amar desde la libertad.

¿Qué implicaciones tiene la experiencia sexual en pareja «con amor»? 

Podemos tener relaciones sexuales con amor y sin amor , por atracción física. Si se tiene una experiencia amorosa profunda, la calidad del encuentro amoroso-sexual es diferente, porque la relación sexual es una forma de comunicación, no solamente algo placentero sino también afectivo.

¿En qué medida puede ser importante la convivencia para una pareja

La convivencia en una pareja es uno de los elementos que tiene que ver con el contrato de pareja del que he hablado anteriormente. Hay parejas que prefieren, al menos puntualmente, vivir en casas separadas y tener sus proyectos individuales pero verse todos los días o los fines de semana. Por otro lado, hay parejas que prefieren tener una convivencia más estrecha, en la misma casa. Eso puede gratificar porque estás creando un proyecto de vida conjunta. Es muy bueno si la negociación que se ha hecho, el cuidado y el «buentrato» es mutuo. Si la convivencia es buena, es muy gratificante y puede ayudar mucho en el desarrollo personal y mutuo.

Pareja espiritual, pareja de amantes, pareja afectivo-sexual, ¿qué caracteriza a estos tipos de pareja y cómo podemos saber si es lo que realmente queremos?

Cuando hablo de ello me refiero a tres elementos importantes en una relación de pareja: el amor profundo hacia esa persona, la sexualidad (una buena comunicación sexual, afectiva, amorosa), y una buena convivencia , tanto si se vive en la misma casa o no, según hayan decidido. Cuando esos tres elementos se dan, hay amor, hay muy buena comunicación sexual y hay muy buena convivencia. En ese caso hablaría de una pareja afectivo sexual , en toda su plenitud. Cuando se aman mucho y pueden convivir muy bien, pero no hay atracción o contacto sexual, hablo de pareja espiritual . Pueden vivir muy bien si están de acuerdo con ese tipo de acuerdo, de contrato. La pareja de amantes se da cuando existe entre ambos una gran atracción sexual, buena comunicación sexual, pero habitualmente no hay un proyecto de vida.

Hay parejas que conviven y son parejas espirituales y se llevan bien, otrs son más bien pareja de amantes, que no conviven, o se caracterizan porque lo que les une fundamentalmente es la sexualidad. La pareja afectivo-sexual es la que tiene un proyecto de desarrollo cotidiano, pues ambos se plantean su vida como un proyecto de amor personal y mutuo.

Al analizar problemas de pareja hace referencia a lo que califica como un «conflicto personal» muy invisibilizado, que es la falta de espacio personal. ¿Por qué es importante?

La falta de espacio personal es algo que sucede mucho en el ámbito cotidiano. El espacio personal es nuestra vida: lo que pienso, lo que quiero, lo que me gustaría hacer, mis expectativas, las actividades que me gustan, qué tipo de relaciones me gusta tener, que quiero hacer ahora, qué me gustaría en un futuro…Voy construyendo día a día mi espacio personal y decido compartir parte de ello con la gente a la que quiero. Es algo muy importante en la relación de pareja.

Tradicionalmente hemos vivido un modelo de inclusión en el que la mujer dependía del varón socialmente. La mujer trabajaba en la casa y con las criaturas, pero se valoraba el trabajo del exterior. Se entendía que el hombre tenía su espacio, el afuera, el éxito, el trabajo, el dinero, y la mujer tenía el pequeño espacio de la casa, al que no se le daba valor. Actualmente tendemos hacia unas relaciones más igualitarias donde cada persona se desarrolla y se empodera. Cuando queremos tener un proyecto de pareja es importante que ambos tengan su espacio personal, sus actividades, sus proyectos y aquellas cuestiones que le den sentido a su vida, pero que además deseen compartir parte de esas actividades con la pareja. Sin dejar, eso sí, de mantener un cierto espacio personal. Cuando no tienes conciencia de espacio personal, muchas veces se fantasea con que nuestra vida, nuestro espacio, es el que nos da la pareja, con lo cual fácilmente nos colocamos en relaciones de dependencia.

Cuando habla de los «guiones» en las relaciones de pareja ilustra ideas preconcebidas, ¿es cierto esa creencia de que «repetimos patrones» o que «provocamos aquello que tememos»?"

Construimos nuestra identidad, creencias y valores desde los primeros años de nuestra infancia . Y eso va constituyendo lo que llamaríamos un «guión de vida», una forma en la que vemos el mundo, nos relacionamos, etc. Hay cosas a lo largo de nuestra vida que vemos que no nos gustan y vamos cambiandolas; pero hay otras cosas que reproducimos, inconscientemente. Por ejemplo, si una persona se siente desvalorizada puede colocarse en las relaciones desde la inferioridad y la dependencia. O si se ha aprendido que para que le hagan caso tiene que gritar o utilizar la violencia, puede tender a reproducirlo. Repetimos fácilmente aspectos de nuestros guiones de vida de los que no somos conscientes.

¿Cómo podemos identificar en nosotros y en nuestra pareja el desamor? ¿Cuándo es adecuado «dejar ir» y cuándo «merece la pena intentarlo»?

Siempre creo que es importante hablar para aclarar las cosas y tratar de solucionarlas.

A lo largo del vínculo de pareja podemos constatar que cierta manera de actuar o de sentir de nuestra pareja no corresponde a las expectativas que teníamos o a lo que habíamos acordado en nuestra relación. Se produce así una caída de nuestras expectativas, un desamor .

También puede ocurrir que una persona u otra de la pareja cambien, y lo que habíamos contratado ya no nos sirva, de modo que tengamos que renegociar los acuerdos y proponer otra forma de estar o de convivir.

Sea como sea, hay que plantearlo, hay que dialogar para resolver el conflicto porque a veces es fácil reestructurar algunas cosas. Pero si no se llegan a acuerdos, si no hay posibilidad de negociación, es bueno despedirse de la mejor manera posible, pudiendo reconocer que si bien nos pueden unir muchas cosas, tal como funciona la pareja en la actualidad no corresponde a nuestro proyecto y no nos genera bienestar.

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