Ciclo de respuesta sexual

Conoce cómo actúa tu organismo antes la excitación

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I. M.

Hay que tener muy claro que cada persona interpreta de manera muy diferente sus respuestas sexuales . Mientras que hay personas que jadean otras no hacen casi sonidos, otras se mueven mucho y otras apenas muestran ligeros movimientos. Pero sí hay que saber que, a pesar de estas diferencias, la forma de respuesta del organismo a nivel fisiológico ante la excitación sexual es idéntica.

La actividad sexual de los seres humanos siempre ha sido motivo de observaciones y descripciones de carácter literario y artístico. No fue hasta principios del siglo XX cuando se empezó a estudiar a nivel científico la materia.

En 1906, H. Ellis hizo la primera descripción de la respuesta sexual y habló de la tumescencia y detumescencia , haciendo referencia la primera a la acumulación física de la energía sexual y la segunda a la liberación de la misma.

Reich, en 1927, habla de otras dos fases: el control voluntario de la excitación y las contracciones involuntarias propias de la respuesta orgásmica.

Sin embargo, no fue hasta 1966 cuando Masters y Johnson ahondaron en el estudio de la respuesta sexual y su estudio se convirtió en un hito científico, ya que hasta el momento solo se había estudiado el ciclo de respuesta sexual en animales. Estos investigadores estadounidenses analizaron cerca de 10.000 ciclos de respuesta sexual en 694 personas de ambos sexos, con el propósito de entender los cambios anatómicos y fisiológicos que se suceden durante la actividad sexual.

En su libro ‘Respuesta sexual humana’ hablan de cuatro etapas en el ciclo de respuesta sexual, determinada por dos procesos fisiológicos fundamentales: la contracción de los músculos en los genitales y en todo el cuerpo y el flujo de sangre a los vasos sanguíneos de una zona determinada.

Las cuatro etapas mencionadas por Masters y Johnson son las siguientes: excitación, meseta, orgasmo y resolución. En los años 70, la sexóloga Kaplan añade un nuevo elemento: el deseo. Una quinta fase, inicial, que muchos expertos consideran indispensable, ya que es el gusto o las ganas que puede producir una persona o una situación especial en un momento determinado.

Ahora, centrémonos en las cuatro fases de Masters y Johnson.

Excitación

Esta es una reacción ante un estímulo efectivo, ya sea de tipo físico o psíquico. Los estímulos son algo muy particular de cada persona y pueden ser más o menos intensos según la ocasión o la situación. En esta etapa comienza la vasocongestión (aumento del fluido sanguíneo en venas y arterias) pélvica. En el hombre ocurre la erección y en la mujer, la vagina se humedece por un líquido lubricante (inicio que tiene como fin facilitar la introducción del pene en la vagina y hacer posible el coito).

Durante la excitación ocurren más cambios físicos. En el hombre los testículos aumentan de tamaño, así como los labios mayores y menores de la mujer. La vagina se enrojece y se alarga haciéndose más profunda, cálida y húmeda. Los pezones se endurecen, los senos aumentan de tamaño y están más tersos.

Meseta

Es la fase de prolongación y mantenimiento de la fase de excitación. Varía considerablemente de una persona a otra. Los cambios físicos y fisiológicos se acentúan e incrementan. Los cambios fisiológicos de la mujer en esta fase son los siguientes: las paredes vaginales están contraídas y el clítoris retraído hacia dentro, aumenta el tamaño del útero y los labios menores se oscurecen. Estos cambios se llaman formación de la plataforma orgásmica. Se empiezan a dar también contracciones involuntarias del recto, como les ocurre a los hombres durante la excitación.

En la meseta, el pene del hombre alcanza su máximo nivel de erección, los testículos aumentan el tamaño y se elevan al máximo, además aparecen las primeras gotas en el glande. Las contracciones en el recto siguen teniendo lugar.

Ambos sexos siguen ruborizados y el ritmo cardíaco aumenta, así como la presión arterial y la frecuencia respiratoria.

Fase orgásmica o clímax

Esta fase consiste en una descarga explosiva de tensión neuromuscular altamente gratificante. Se produce de manera involuntaria y espontánea cuando la estimulación alcanza su máxima intensidad. Desde el punto de vista psicológico es el momento más placentero y se continúa con los aumentos iniciados en la fase anterior de la frecuencia cardíaca, respiratoria y presión arterial.

En esta fase el pene del hombre experimenta contracciones que provocan la eyaculación. Las contracciones involuntarias del recto, continúan.

Por su parte, la plataforma orgásmica de la mujer se contrae a intervalos de 0,8 segundos entre 5 y 12 veces.

Resolución

Es la pérdida progresiva de la tensión sexual y la vuelta al estado previo a la fase de excitación, suele durar entre 15 y 30 minutos. En este momento, los hombres entran en un periodo refractario, donde les resulta difícil volver a tener una erección. Según la edad puede durar entre minutos u horas. Por su parte, las mujeres no muestran periodo refractario y pueden volver a experimentar otro orgasmo en un periodo corto o multiorgasmos.

Estas son las cuatro fases, cinco, si incluimos el deseo , pero hay que tener en cuenta que a veces es muy complicado delimitar cada una de ellas y que se pueden recorrer a distintas velocidades, puede que no se recorran todas las fases o que los cambios fisiológicos son de distinta intensidad.

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