Psicología
Síndrome de Wendy o por qué algunas personas priorizan las necesidades ajenas
En esa búsqueda incansable de la felicidad, la personalidad Wendy ejerce un papel de rescatadora con su pareja al sentirse querida, necesaria y útil
Si hace unos días os hablábamos del síndrome de Peter Pan , identificando a este personaje animado como alguien que se niega a crecer, también podemos analizar la postura de Wendy, una niña dispuesta a complacer a los demás por miedo al rechazo . Es así como podría definirse, en líneas generales, el extendido síndrome de Wendy .
Este síndrome hace referencia, tal como señala la psicóloga clínica Paloma Rey, a la necesidad de satisfacer los deseos de otra persona, y generalmente suele ser la pareja o los hijos: «Es un síndrome que afecta mayoritariamente a las mujeres, aunque no tiene un amparo neuropsicológico », indica.
Al parecer, estas personas tienen la necesidad de complacer a los demás a través de la búsqueda constante de aceptación por miedo a sufrir el rechazo y el abandono de la otra persona. Este tipo de personalidad se conoce con este término por recordar al personaje de Wendy en la historia de Peter Pan , donde ella ejercía un rol dependiente relacional de Peter y le impedía crecer y madurar.
«En una relación de pareja en la que uno de los miembros asume el rol de madre, dificulta y llega incluso a impedir que su pareja madure y se haga responsable de sus propias necesidades, lo cual puede llegar a desembocar en una priorización de las necesidades del otro frente a las propias y, por tanto, en el nivel elevado de sufrimiento por ambas partes», comenta Paloma Rey. Por tanto, en esa búsqueda incansable por la felicidad del otro , la personalidad Wendy ejerce un papel de «rescatadora con su pareja al sentirse querida, necesaria y útil». Esto conlleva a la falsa creencia de que el amor significa sacrificio, resignación y abnegación, huyendo del rechazo de los demás y buscando su continua aprobación.
«En una relación de pareja en la que uno de los miembros asume el rol de madre dificulta y llega incluso a impedir que su pareja madure»
Paloma Rey
Psicóloga
Personalidad
Aunque no es un síndrome avalado a nivel neuropsicológico, sí que se han detectado algunos rasgos que presentan las personas con este tipo de personalidad .
- Perfeccionismo : Dice Paloma Rey ( @palomareypsicologia ) que son personas que presentan este rasgo de forma predominante y que les lleva a sentirse culpables cuando algo les sale mal (en esta caso, cuando no consiguen satisfacer a otros).
- No existe diferencia entre su concepto de amor y sacrificio . «Se resignan al cansancio, malestar y cualquier tipo de consecuencia negativa que trae consigo el cuidar, de forma incesante, de otra persona», alerta la psicóloga.
- Se sienten imprescindibles . Estas personas asumen las tareas y responsabilidades «de su Peter Pan», llegando a sumir el papel de madre de su pareja.
- Se disculpan constantemente o tienen sentimientos de culpabilidad por las cosas que le han sido imposibles realizar a tiempo.
- Sumisión : evitan los conflictos con su pareja e intenta hacerla feliz a toda costa, aunque esto implique dejar de lado su propia felicidad.
Para tratar el síndrome
Teniendo en cuenta que estas personas presentan un patrón de conducta propio de la dependencia emocional y que su nivel de autoestima es bajo. Debemos realizar una intervención donde se abarquen estas áreas principalmente.
No obstante, y según la experta, es importante incluir en el tratamiento aspectos como los siguientes:
- Toma de conciencia de la situación : generalmente las personas aquejadas de este síndrome normalizan este tipo de conductas en su relación.
- Entrenamiento en inteligencia emocional : es realmente necesario que estas personas aprendan no solo a identificar sus propias emociones sino también a saber gestionarlas. Comprender cómo sus emociones han jugado un papel fundamental en el desarrollo de la conducta les ayudará a evitar repetir este patrón en el futuro.
- Saber decir no : esto es especialmente relevante ya que este tipo de personalidad tiene tendencia a evitar cualquier conflicto que pueda surgir de la negativa de complacer a su pareja. «Esta parte es más compleja puesto que requiere de sesiones de terapia que puedan confrontar los pensamientos disruptivos que se esconden ante este patrón de conducta», concluye Paloma Rey.
Por tanto, hay que mirar con lupa este tipo de actitudes y convencerse de que se pueden cambiar y adquirir comportamientos y atenciones mucho más sanos.
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