¿Realmente existe la crisis de los 40?

A esta edad se entra en una etapa donde se producen cambios fisiológicos que hacen que nos replanteemos el recorrido de nuestras vidas

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Sandra Palacios

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Aunque cumplir años significa estar vivo, el hecho de envejecer es algo que no nos hace especial ilusión. Así, a medida que vamos sumando dígitos, el tiempo pasa cada vez más rápido y hay momentos en los que necesitamos parar, observar el camino que está siguiendo nuestra vida y replantearnos si es lo que queremos. Esta especie de 'crisis' puede ocurrir a cualquier edad, pero es cierto que se suele asociar a los 40, sobre todo, en el caso de las mujeres . No obstante, ¿es una creencia popular o es esto cierto?

Un estudio publicado en 2020 por David Blanchflower, profesor de la Universidad Dartmouth College, afirma que la crisis de los 40 es real . Según la investigación, en la que participaron más de 130 países, la felicidad es una curva en forma de 'u' y llega a su peor momento en torno a los 47 años, aunque a los 50 mejora.

Esto se debe a que al cumplir los 40 se entra en una etapa de la vida donde se producen cambios fisiológicos que hace que nos replanteemos el recorrido de nuestras vidas. «Tiene mucho que ver con las expectativas, con lo que esperábamos haber conseguido hasta el momento e incluso con la idea que tenemos de nosotros mismos», explica la neuropsicóloga Aránzazu Junquera . El problema es que esto no siempre se logra o puede parecernos insuficiente.

A los 40, además, el cuerpo ya no es tan joven, pueden aparecer los primeros problemas de salud o incluso signos evidentes de la edad. «Es cuando realmente empezamos a sentir que ya no somos lo jóvenes que éramos antes, que el tiempo pasa y, en muchas ocasiones, somos los padres y nuestros padres han pasado a ser los abuelos», señala.

«Todo ello puede generar un sentimiento de tristeza y frustración, pues se trata de asumir que somos mucho más vulnerables y no hemos cumplido nuestras propias expectativas, lo que cuesta digerir», expone Junquera. De ahí que se le llame crisis, aunque como apunta la psicóloga, no quiere decir que sea malo, al contrario, es un buen momento para hacer balance .

Diferencia entre hombres y mujeres

Junquera opina que la crisis de los 40 se asocia más a las mujeres por factores como la juventud o la maternidad . «A esta edad se supone que el ciclo reproductivo está llegando a su fin y eso hace que marque el final, en cierta forma, de una etapa también asociada a la juventud».

«Sin embargo, esta situación está cambiando y ahora son ellos también los que se suman a la presión a la que las mujeres tantos años llevamos sometidas, en lugar de haber sido nosotras las que nos hubiéramos liberado de ella», comparte la psicóloga.

Además, el querer tener una familia pronto siempre se ha asociado a las mujeres por su ciclo de vida reproductivo. Pero como asegura Junquera, la mayoría de los hombres no quieren ser padres excesivamente mayores , por el hecho de no poder jugar con sus hijos o no ser ese 'padre molón'.

Por tanto, aunque sepan que tienen todo el tiempo para ser padres, eso no quiere decir que los quieran tener a cualquier edad. «No conozco la estadística de si son ellos los que más se preocupan, pero sí es cierto que también les inquieta la edad en la que podrán ser padres con todo lo que ello implica: encontrar a la pareja adecuada a tiempo, así como otros componentes asociados a la masculinidad como perpetuar su legado».

¿Ahora la crisis es a los 30?

Si nos enfocamos en el panorama actual, los jóvenes de hoy en día ya no tienen esa visión de una carrera tranquila hacia un retiro con éxito en el ocaso de la vida. Ahora quieren crear algo increíble en los veinte para poder retirarse a los 30, como ser el CEO de una 'startup' de éxito o un influencer de moda. «Ya no se trata de construir algo para disfrutarlo en la etapa adulta, sino de hacerlo para disfrutarlo de joven».

Junquera opina que las expectativas a las que las mujeres nos llevamos viendo sometidas durante tantos años se han trasladado a los jóvenes, donde muchos experimentan esta crisis de los 40 a los 30 años. De hecho, vemos como cada vez más personas que rondan los 25 se inyectan bótox para mantenerse en esa edad el máximo tiempo posible, como si a los 30 fueran a ser ancianos. Así, este pensamiento se traslada a querer tener la vida resuelta a esta edad, incluyendo el formar una familia o al menos tener ya una pareja estable y los medios para ello.

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