Qué pasa cuando diriges lo que ocurre en tus sueños
Existe la posibilidad de modificar el sueño que estás viviendo, transformando la escena por otra que deseas o quieres experimentar
Los sueños son representaciones que hace la mente en función de las sensaciones, imágenes, pensamientos, sonidos o emociones de las situaciones que vivimos en el día a día.
En principio, estas representaciones no podemos controlarlas, pero hay personas que han vivido experiencias en las que han sido conscientes de que se estaban en un sueño y no en una situación real. Esto se conoce como sueños lúcidos .
Moisés Suárez, psicólogo en Mundo Psicólogos , señala que la persona entremezcla en su sueño el saber que está consciente y las alucinaciones generadas por el mismo. «Además, existe la posibilidad de producir modificaciones en el sueño que se está viviendo, transformando la escena por otra que la persona desea o quiere experimentar».
Suárez indica que cuando una persona está durmiendo no pierde la consciencia del todo. «Suele mantenerse alerta un pequeño nivel de consciencia que se activa cuando se escucha un ruido o la llaman por su propio nombre».
La actividad cerebral en el sueño lúcido –expone el psicólogo– suele aumentar, concretamente, en la zona frontal del cerebro, que presenta una conexión estrecha con la actividad cognitiva. «Las ondas cerebrales que se activan son las Gamma, por lo que se puede medir la actividad cerebral en los sueños lúcidos».
«Se produce un procesamiento cognitivo mayor cuando hay una actividad de ondas Gamma más rápida en el cerebro, que es lo que sucede cuando una persona está pensando. Por lo tanto, lo que produce el nivel de lucidez en el sueño es la mayor actividad de las ondas Gamma . Sin embargo, una baja actividad gamma provoca un sueño profundo», explica Suárez.
En general, cualquier persona puede experimentar sueños lúcidos, pues no hay ningún tipo de condición para tenerlos. Sin embargo, el psicólogo apunta que es más frecuente experimentarlos en la adolescencia.
«Según algunos estudios, las personas que tienen este tipo de sueños suelen ser más inteligentes o, frecuentemente, tienen pesadillas, ya que se puede iniciar como un mecanismo de protección», manifiesta Suárez. Además, se ha investigado que las personas con sueños lúcidos tienen más desarrollada la corteza prefrontal anterior del cerebro, que es la misma que lleva a cabo los procesos cognitivos conscientes.
Macarena del Cojo, psicóloga general sanitaria en el Instituto Psicológico Cláritas , relaciona esto con personas que necesitan tener un control alto y continuo en los diferentes aspectos de su vida. «Por lo que también se manifiesta en los sueños, en los que no se deja a la libre imaginación».
El entrenamiento de los sueños lúcidos –expresa Suárez– puede beneficiar a las personas produciendo más control y creatividad sobre sí mismas. « Podrán resolver situaciones futuras de manera más creativa o, si tienen el control suficiente, sabrán ponerse en una situación y plantear diferentes alternativas y posibles soluciones».
Sin embargo, los sueños lúcidos pueden ser bastantes intensos, ya que cuando se manifiesten por primera vez hará que la persona se despierte. «Intentar mantener sueños lúcidos puede privar del sueño y conducir a la persona a padecer insomnio, llegando a convertirse en un grave problema en el caso de que no se detecte pronto y pudiendo desencadenar problemas de salud mental y física», explica el psicólogo.
Este tipo de sueños, además, puede producir un sentimiento de angustia en la persona, pues se puede generar la sensación de que no se va a poder despertar del sueño o encontrarse en la situación de estar en sueños paralelos sin saber cómo actuar.
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