Psicología
Frío intenso: qué hacer para sentirte mejor cuando te afectan las bajas temperaturas
¿No disfrutas del frío y sientes que te deja sin ganas de hacer nada? No es cosa tuya, es que los meses más frescos del año hacen mella en nuestro estado psicológico
Nos quejamos del frío que hace pero, si no hace frío en enero, ¿cuándo lo va a hacer? Tal como anuncian desde la AEMET, las temperaturas serán bajas toda esta semana y podrán mantenerse así con el paso de los días, bajando incluso más a mediados de semana, entre el miércoles y el jueves. En definitivas cuentas; que los días seguirán estando grises y se espera que incluso nieve en algunas partes del país.
Pero más allá de las bajas temperaturas que nos acompañarán los próximos días y que nos dejan prácticamente helados y con pocas ganas de salir a la calle, el frío nos afecta psicológicamente. Sí, es verdad que a muchas personas les encanta el invierno, llevar abrigos, gorro, bufanda y un sinfín de capas para echarse a las calles, pero en líneas generales, y tal como admiten los psicólogos, el ambiente gélido y congelado de estos meses hacen mella en muchas personas. Y, de hecho, es una demostración más de que mente y organismo forman parte de lo mismo.
A la pregunta de si podremos contrarrestar el frío para que nos afecte menos, los expertos de Avance Psicólogos responden que «solo en parte». Al parecer, el frío tiene un efecto en nuestra manera de pensar, sentir y de comportarnos, como por ejemplo sentirnos más desconfiados: «Algunos estudios determinan que, antes el frío, nos mostramos más cerrados y distantes. El motivo por el que ocurre este fenómeno psicológico es desconocido, pero puede tener que ver con una estrategia de ahorro corporal». Según cuentan, una de las particularidades de este fenómeno es que tendemos a imitar el lenguaje corporal de los demás, por lo que si alguien está con mucho frío y se muestra seco, nosotros lo copiaremos de manera inconsciente.
Otra de las singularidades es que somos menos creativos . Desde Avance Psicólogos advierten que todo aquellos que tenga que ver con maneras no convencionales de razonar y de buscar asociaciones entre conceptos, se va a complicar. Básicamente porque nuestro interés está centrado en no sentir tanto frío... Eso sí, esto no quiere decir que sea imposible ser creativo.
Como ya te imaginarás, las estaciones del año más frías son las que hacen que aumente la incidencia en personas con depresión . Puesto que en los lugares fríos hay poca luz, puede aparecer el Trastorno Afectivo Estacional.
Y pese a todos esto, el frío ayuda a dormir mejor: «Si puedes, un rato antes de ir a dormir, date un ducha con agua un poco más fresca de lo que sueles ponerlo en invierno, así cuando llegues a la cama te resultará más fácil dormir al sentir que dentro de está muy a gusto, sin sensación de frío», cuentan los psicólogos.
Qué comer si tenemos frío
Cuando tenemos frío nos apetecen platos calientes y especialmente de cucharas: una sopa, una crema de verduras, lentejas estofadas... pero hay que atender a la presencia de ciertos nutrientes para el perfecto funcionamiento de nuestro metabolismo . La doctora Laura I. Arranz, profesora en el Departamento de Nutrición, Ciencias de la Alimentación y Gastronomía de la Universidad de Barcelona cuenta que este requiere vitaminas como la A, C y E, los betacarotenos, los polifenoles, el selenio o el magnesio . «Para tener este aporte, podemos, debemos tomar alimentos de origen vegetal, especialmente frutas, hortalizas, verduras de hoja verde, semillas y frutos secos », dice la experta.
Tal como cuenta la nutricionista, el zinc también tiene un papel fundamental en el mantenimiento de nuestras defensas. «El déficit de zinc, que afecta al 20% de la población mundial, se asocia a la disminución del sistema inmunitario». Encontraremos este mineral en las carnes, el pescado , los moluscos como las almejas, las semillas como las de calabaza , la levadura de cerveza o las espinacas. Asimismo, es importante tomar alimentos ricos en omega-3 (como pescados) y en fibra, como cereales integrales y legumbres.
Para incluir estos alimentos en nuestra dieta, no hay nada mejor que utilizar las frutas y verduras de temporada, que están más ricas que nunca. Al comienzo del año, vegetales como la lechuga, las zanahorias, las acelgas o el apio se encuentran en su mejor momento. También puedes aprovechar para incluir en tus recetas el cardo, coliflor o espinacas. Es el momento perfecto para comprar frutas como kiwis o naranjas.
De nuevo el frío también afecta a nuestro ánimo para hacer deporte... ¿A quién le apetece salir a correr con estas temperaturas? Pues lo cierto es que no solo debemos vencer la pereza porque el deporte es un estimulante y muy sano en nuestro día a día, sino porque hacer deporte con frío tiene incluso más beneficios que si lo hacemos en verano. «Al entrenar con bajas temperaturas tu sistema inmunológico se reforzará, además de liberar o airear tu mente del estrés cotidiano al entrenar en exterior. También mejoraremos nuestro sistema inmunológico, y al salir a entrenar al exterior, la vitamina D la tendremos presente de forma natural, sin necesidad de buscarla en pastillas o de manera artificial», explica Roberto Crespo, de Zagros Sports.
Pedro Bianco, entrenador personal, comparte su opinión: «Es más productivo para el cuerpo entrenar con baja temperatura que con alta temperatura». En otras palabras: Con el frío, el cuerpo tiene que adaptarse, y al hacerlo, genera más presión arterial que provoca un gasto energético que a su vez genera calor corporal. ¿Otro de los beneficios más importantes? Entrenar con frío, aunque parezca lo contrario, mejora el estado de ánimo. Tanto esfuerzo hace que terminemos felices por el ejercicio que hemos realizado.
