Estrés metabólico

El estrés metabólico es un concepto que alude a un proceso orgánico y también a un factor que permite ganar masa muscular , es decir a aumentar el tamaño del músculo. Se trata de un proceso que conduce a la hipertrofia muscular, algo que, aunque suene muy mal, es simplemente el crecimiento del músculo o ganancia de masa muscular. El músculo aumenta su tamaño , su número de miofibrillas (formadas por filamentos de actina y miosina) que lo conforman o ambas variables.

El estrés metabólico surge cuando aumentamos las cargas de trabajo sobre un músculo o un determinado grupo de músculos, lo que provoca un aumento progresivo del crecimiento muscular. Además, es de los términos menos conocidos de los mecanismos que tenemos para conseguir una hipertrofia, pero es el que más se persigue en los gimnasios, ya sea de forma consciente o no.

Lo que sí tenemos claro es que las fibras musculares necesitan un estímulo mecánico para crecer (hipertrofiarse). Este es probablemente el factor más importante a la hora de la hipertrofia muscular, pero no es el único, también están el daño muscular y el estrés metabólico.

Se trata, por tanto, de un proceso químico ya que se define como una acumulación de metabolitos (compuestos que se producen por la descomposición de nutrientes) y subproductos propios del metabolismo de la glucosa a partir de la glucólisis anaeróbica (metabolito de la glucosa) y relacionados con la contracción muscular . El principal metabolito que se acumula gracias al proceso de estrés metabólico es el lactato, un metabolito de la glucosa producido por los tejidos corporales en condiciones de suministro insuficiente de oxígeno. Otros metabolitos que encontramos en este proceso son el fosfato y el hidrógeno.

El estrés metabólico se ha estudiado mucho y las últimas investigaciones señalan que para obtener las máximas ganancias de masa muscular a través de un entrenamiento este tiene que producir un estrés metabólico significativo sin pérdidas de tensión mecánica durante el mismo.

Es decir, se puede conseguir realizando un programa que abarque un amplio abanico de repeticiones (6-20) y multitud de series (7-11 por sesión y grupo muscular) y entre 10-20 a lo largo de la semana. Los descansos entre las series tienen que asegurar una recuperación lo más completa posible para disipar la fatiga central y evitar reducciones no deseadas ya sea en el volumen de entrenamiento a acumular o en la carga a utilizar.

Hay que tener en cuenta que el estrés metabólico se origina a partir de la utilización de cargas medias y muchas repeticiones. Por el contrario, en la tensión mecánica se busca el entrenamiento con cargas altas y pocas repeticiones. Como bien hemos dicho antes, ambos son métodos que conllevan el aumento del tejido muscular y de la fuerza. No obstante, es útil combinarlas para maximizar los efectos e impedir que el músculo se acostumbre y se adapte a un método concreto.

El estrés metabólico es una de las vías para conseguir un aumento del peso magro, que en la práctica se basa en realizar entrenamientos con cargas medias y un alto número de repeticiones. Así, a partir de la acumulación de productos de desecho en el músculo, fruto de las reacciones de obtención de energía, se favorece un entorno anabólico mediado por ciertas hormonas.

En definitiva, es un proceso orgánico que explica en parte el aumento del músculo. Es uno de los procesos que buscan las personas que quieren ganar masa muscular, los otros son: ejercer tensión en el músculo y conseguir un daño muscular lo suficientemente intenso para conseguir un aumento del músculo.