ABC Bienestar para Trofolastin

Cómo tratar las cicatrices y evitar que se oscurezcan si se exponen al sol

El uso de parches puede ayudar a reducir de forma visible las cicatrices hipertróficas y queloides

ABC Bienestar para Trofolastin

Unas cicatrices crean complejos por su dimensión o su aparatosidad, otras pasan desapercibidas e incluso algunas cobran una mayor importancia porque, de alguna manera, forman parte de la historia de la vida de esa persona. Sin embargo lo más frecuente es que tras sufrir una herida o someternos a una intervención quirúrgica nos preocupe que nos deje en la piel algún tipo de marca o señal visible, pues es cierto que muchas cicatrices pueden llegar a ser molestas, anti-estéticas y permanentes. Pero, ¿son las cicatrices unas marcas para toda la vida o se pueden reducir o incluso disimular?

Para entender cómo se forma una cicatriz conviene explicar que ésta se produce como consecuencia de una rotura y una pérdida parcial de las fibras de colágeno y elastina de la región afectada, lo que hace que disminuya la cohesión de la piel. Cuando esto sucede se inicia el proceso de cicatrización en el que la restitución del tejido conectivo se efectúa mediante el crecimiento de fibroblastos jóvenes (células que producen colágeno) y el espacio que deja la herida se 'tapa' con tejido fibrilar, de ahí que la cicatriz tenga una textura distinta a la piel. De hecho existen diferentes tipos de cicatriz en función de su textura o aspecto. Así, puede ser normotrófica (plana y con un color semejante a la piel), ligeramente deprimida debido a la falta de colágeno ( atrófica ), con elevaciones rojizas ( hipertróficas ) o abultada por al crecimiento excesivo del tejido ( queloides ).

La buena noticia es que como el proceso de cicatrización lleva su tiempo es posible actuar en las primeras fases, cuando la piel está trabajando en su reparación, para así reducir las cicatrices, sus molestias y su apariencia anti-estética. Pueden usarse distintas fórmulas. Por un lado estarían los tratamientos médicos como operaciones quirúrgicas, laserterapia, inyección de corticoides, inyección de colágeno, terapia compresiva o dermoabrasión. Sin embargo, existen otros métodos eficaces y no invasivos como el uso de parches . Por ejemplo los de Trofolastin Cicatrices , de venta en farmacias , pueden utilizarse para reducir cicatrices recientes, cicatrices antiguas (de menos de dos años de antigüedad) o queloides y, aunque sus resultados se aprecian cuatro semanas después de comenzar su aplicación, es recomendable mantener el apósito durante ocho semanas para conseguir un mejor resultado. Además de reducirlas, estos apósitos ayudan a prevenir las cicatrices que puedan salir tras cirugías, heridas traumáticas, quemaduras y cortes.

Cómo usar los parches reductores de cicatrices

Lo primero que se debe tener en cuenta es que los parches de Trofolastin se colocan siempre sobre la piel limpia y seca y sobre la herida cerrada, es decir, sin puntos ni costra. De hecho lo ideal es esperar unos 15 días después de que se haya desprendido la última costra para empezar a usarlo.

La gama de productos de Trofolastin.

Uno de los aspectos más valorados de los apósitos de poliuretano de Trofolastin es que son totalmente opacos y aportan un factor de protección solar UPF 50+ , algo especialmente importante tanto para evitar el paso de la radiación UV a la piel como para que la cicatriz no sufra hiperpigmentación. Tal como asegura la farmacéutica Carmen Torres, es fundamental proteger la piel del sol desde el primer momento y hasta que concluya el el proceso de cicatrización.

Además se caracterizan por su adaptabilidad sobre las distintas partes del cuerpo, por la posibilidad de recortarlo para adaptarlo al tamaño de la cicatriz, por su impermeabilidad (resisten las duchas diarias o los baños) y por su adherencia .

Cabe recordar que no son parches de «poner y quitar» ni tampoco se pueden reutilizar, pues lo habitual es que, una vez que se coloquen sobre la cicatriz permanezcan fijados en la piel hasta que pierdan su adherencia y se despeguen por sí mismos (esto suele suceder al séptimo día, aproximadamente, aunque es cierto que eso depende del tipo de cicatriz).

Cómo funcionan y por qué son efectivos

Estos apósitos de poliuretano están formados por dos capas. La superficie externa es una membrana de poliuretano microporoso y la interna es una película acrílica antiadherente que facilita la fijación a la piel.

No contienen sustancias químicas o principios activos sino que su funcionamiento se basa en actuar mediante un mecanismo físico que aumenta la presión sobre la cicatriz y modifica la humedad bajo el apósito produciéndose así una disposición correcta de las fibras de colágeno.

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