Fitness

Cómo elegir zapatillas según el deporte que practicas

Por norma general un calzado deportivo debe aportar protección, estabilidad y absorción del impacto, pero luego hay particularidades de acuerdo a cada actividad física

Un calzado inadecuado puede producir deformidades en los pies Adobe Stock

M. Alcaraz

Aunque a priori parece que para la práctica deportiva necesitamos una gran inversión, hay veces que el gasto merece la pena: no solo por nuestra comodidad, o efectividad de los entrenamientos, sino por nuestra salud. Y pocas cosas más importantes que cuidar que el calzado : de él depende cómo nuestro cuerpo recibe el impacto, muy importante pues es muy fácil hacernos daño a corto y largo plazo.

Así, debemos tener en cuenta que no todas las zapatillas son adecuadas para todos los deportes . Esto ocurre, explica Juan Carlos Montero Arroyo, vocal del Colegio Oficial de Podología de la Comunidad de Madrid (Copoma), porque según el deporte que se practique, la misión y el gesto de los pies es diferente.

Es muy importante elegir un buen calzado , porque si no esto puede derivar en varios peligros. El doctor Joaquin Mir, podólogo y director médico en la Clínica Mir en la Línea de la Concepción (Cádiz), explica que un calzado inadecuado puede producir deformidades en los pies como juanetes, dedos en martillo o juanete de sastre. Además, advierte que «puede causar patologías en otras estructuras como el neuroma de morton, alteraciones en tendón de aquiles y fascia plantar, o onicocriptosis (uña incarnada)».

Qué pasa si utilizo un calzado inadecuado

No usar un calzado adecuado para nuestros pies «puede producir inestabilidades en el tobillo si tienen un mal diseño, deformidades en los dedos si la puntera es demasiado estrecha, o alteraciones de la sudoración cuando se usan material es que no transpiran adecuadamente», dice el doctor.

Así, a la hora de elegir qué zapatillas vamos a comprar, hay que tener en mente que, por norma general un calzado deportivo debe aportar protección, estabilidad y absorción del impacto .

Podemos distinguir tres tipos de prácticas deportivas a la hora de elegir calzado. En primer lugar están los deportes de alto impacto , como puede ser correr. En este caso, comenta Juan Carlos Montero Arroyo que lo que impera es un zapato que permita una buena absorción del impacto. «Según la morfología del pie y la biomecánica de la marcha se podrá personalizar el calzado según las características individualees», comenta.

En el caso de querer realizar ejercicios de fuerza , como puede ser una rutina de HIIT o un Tábata, lo que necesitaremos es «una buena sujeción y estabilidad para garantizar una buena base de sustentación que nos ayude al buen reparto de cargas».

¿Y si buscamos unas zapatillas para realizar yoga, o pilates ? Indica el profesional que estas dos actividades bien podrían realizarse sin calzado, únicamente con un calcetín antideslizante . «En caso de problemas que nos hagan precisar de un calzado, optaremos por calzados que permitan una buena movilidad de nuestros pies, evitando situaciones de sobrecarga en los mismos», dice. Recuerda que es importante tener en cuenta el terreno en el que vamos a ejercitarnos, pues será distinto el impacto que reciba nuestro cuerpo: será mayor en el asfalto que en el césped, por ejemplo.

Cómo elegir una buena talla

Además de elegir el tipo de zapato adecuado, es importante elegir un modelo que vaya bien a nuestro pie y talla. Comenta Joaquin Mir que, para llevarnos la talla correcta , lo mejor es comprar un zapato por la tarde, pues «es el momento del día en el que pie está más dilatado y no pecaremos de elegir uno demasiado justo». Añade que es conveniente probarse varios números, ya que el tallaje puede variar de unas marcas a otras. Asimismo, insta a no olvidar la importancia de la calidad de los materiales, ya que es importante una adecuada transpiración y durabilidad. «En ocasiones, nos perdemos en la estética y no somos capaces de ver más allá, poniendo en riesgo a nuestros pies solo por estar a la moda», dice. Entonces, recomienda decantarnos por un calzado flexible a nivel de las articulaciones de los dedos para permitir un correcto despegue del pie durante la marcha.

«En general, debemos evitar calzado de malos materiales, que limiten la buena funcionalidad de nuestros pies y que no sean adecuados al deporte que vayamos a practicar», deja como recomendación final Juan Carlos Montero Arroyo.

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