Dos recetas de salsas que mejoran cualquier plato: cremosa de calabacín y pesto morado
Si quieres reducir el consumo de las salsas ultraprocesadas que venden en el supermercado pero no quieres renunciar a sabores originales y creativos, incluye entre tus favoritos estas dos salsas caseras con base vegetal
Las salsas son acompañamientos que no siempre se merecen el calificativo de poco saludables. Elaborar salsas con una buena base vegetal, con ingredientes reales y con el punto justo de sal es una buena opción si nuestro objetivo es ir hacia una alimentación con más vegetales y menos carne además de reducir o eliminar el consumo de salsas ultraprocesadas.
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Ya seas más de salsas cremosas o de salsas frescas y aromáticas, cualquiera de las dos salsas que te propongo a continuación te encantará además de que podrás realizarlas en muy poco tiempo y conservarlas varios días.
Salsa cremosa de tofu y calabacín
Ingredientes
- Calabacín 1
- Cebolla dulce pequeña 1
- Dientes de ajo 5
- Tofu 200 gramos
- Leche de soja 2 tazas
- Harina integral de avena 2 cucharadas
- Levadura tradicional 2 cucharadas
- Sal y pimienta negra Al gusto
- ½ limón Zumo
- Aceite de oliva virgen extra 2 cucharadas
El calabacín es un antioxidante potente, además de ser una de las verduras con menos calorías: concretamente 17 Kcal por cada 100 gramos. Su contenido en agua es alto y entre los valores nutricionales destacan minerales como el calcio, el magnesio y el potasio.
En cuanto al tofu, es un pasta a base de semillas de soja, agua y coagulante. Se conoce también como queso de soja por su semejanza en la producción así como en la forma ya que se hace a partir de la coagulación de la leche de soja. Es rico en calcio y contiene además los ocho aminoácidos esenciales.
Preparación
Paso 1
En una sartén junto al aceite de oliva doramos la cebolla y los ajos pelados y picados.
Paso 2
Transcurridos 3 o 4 minutos añadimos el tofu en trozos y el calabacín en cubos, mejor si es con piel para que aporte más sabor. Una vez que los ingredientes estén dorados los movemos hacia los lados de la sartén y en el centro incorporamos las dos cucharadas de harina integral, removiendo hasta que esté tostada.
Paso 3
En ese momento incorporamos la bebida de soja caliente y comenzamos a remover hasta que se vaya espesando.
Paso 4
Tras 5-7 minutos aderezar con sal y pimienta y trasladar al vaso del robot de cocina, añadir la levadura nutricional y triturar durante unos dos minutos incorporando a la mitad el zumo de limón. Reservar.
Estas salsas son tan sumamente versátiles que puedes usarlas para:
- Pasta.
- Acompañamiento de vegetales asados o cocidos (espárragos, cardo, berenjenas, pimientos, etc).
- Patatas asadas.
- Pizza,
- Para complementar cremas de verduras.
- Para untar en el pan de tus sandwiches o bocadillos y... ¡para todo lo que se te ocurra!
Y aquí va la receta de la otra salsa...
Salsa pesto con albahaca morada
Ingredientes
- Albahaca morada 2 tazas
- Albahaca verde 1 taza
- Anacardos crudos 100 gramos
- Sal y pimienta negra Al gusto
- Zumo de limón Gotas
- AOVE ⅓ taza
- Ajo 1 diente pequeño
La albahaca es un potente antioxidante que ayuda a minimizar el impacto de los radicales libres, protegiendo los tejidos del envejecimiento prematuro. Además tiene propiedades antiinflamatorias y efectos antibacterianos. Aporta también vitamina C, betacarontenos y minerales.
La que utiliza generalmente en gastronomía es Ocimum basilicum, típica de climas tropicales (cálidos y muy húmedos). La más habitual en España es la que se conoce como hoja de lechuga, con una hoja ancha y un sabor fresco a la par que dulzón. En el mediterráneo pueden encontrarse las de hojas más finas y alargadas y la albahaca morada o púrpura, muy llamativa, además de por su color, porque sus hojas están ligeramente dentadas.
Preparación
Paso 1
Para elaborar un buen pesto lo mejor es tener a mano un mortero. Con el conseguiremos extraer todo el sabor de las aromáticas y conseguir una textura cremosa insuperable.
Paso 2
Si carecemos de mortero no tenemos más que usar una batidora, o bien de pie, de vaso o robot, en el colocaremos todos los ingredientes y procedemos a triturar. A mi me encanta sentir el crujiente de los frutos secos y encontrarme los trocitos y esa es la textura idónea, es decir no es necesario triturarlo en exceso.
Paso 3
Rectificamos de sal y conservamos en un tarro hermético en el frigorífico. Si no queremos que se oxide en exceso podemos cubrir la superficie con un hilo de aceite de oliva virgen extra.
Si no eres vegano y quieres un toque lácteo puedes incorporar en ambas recetas un toque de queso parmesano.
