Vitamina B6

La vitamina B6 , también llamada piridoxina , es una vitamina hidrosoluble y que pertenece al complejo de vitaminas B. Esta en concreto está implicada en la síntesis de proteínas y de los ácidos grasos en la formación de hemoglobina, de ácidos nucleicos (ADN y ARN) y de lecitina. Interviene en la formación de neurotransmisores y compuestos que regulan la actividad cerebral, refuerza el sistema digestivo y nervioso.

Al ser una vitamina hidrosoluble, nuestro organismo no puede almacenar la piridoxina, por lo que es necesario reponerla a diario con una dieta variada. También hay que tener en cuenta que se producen grandes pérdidas de esta vitamina al manipular los alimentos con los lavados o la cocción de los mismos. Además, la vitamina B6, es sensible a la luz solar pero estable a los tratamientos térmicos y a medios ácidos y neutros.

Esta vitamina se puede encontrar en alimentos tanto de origen vegetal como animal. Los plátanos y las nueces tienen un alto contenido de esta vitamina, que también se puede encontrar en carnes de aves, en pescados como el atún y el salmón o legumbres, como las lentejas, judías blancas o garbanzos. También se puede encontrar en frutas que no sean cítricas.

Es muy poco común encontrar personas con una carencia de esta vitamina, pero podría darse en aquellas que tengan una disfunción renal, alguna enfermedad hepática o personas con dependencia del alcohol.

En caso de tener una deficiencia de esta vitamina en el organismo podría ocasionar en las personas: confusión, depresión, irritabilidad y úlceras en la boca y en la lengua, así como, convulsiones, trastornos nerviosos y anemia por déficit de la hemoglobina.

Anteriormente hemos comentado algunas de las funciones de la vitamina B6 en el organismo, pero como todas las vitaminas es fundamental su ingesta para aprovechar todos los nutrientes de los alimentos. Esta vitamina en concreto también ayuda a nuestro cuerpo a:

- Producir anticuerpos , tan necesarios para combatir muchos virus, infecciones y otras enfermedades.

- Mantener una función neurológico normal.

- Producir hemoglobina, que es la encargada de transportar oxígeno en los glóbulos rojos hasta los tejidos. De ahí que una carencia de esta vitamina produzca una forma de anemia.

- Descomponer proteínas, cuanta más incluyamos en nuestra dieta, mayor cantidad de esta vitamina tendremos que consumir.

- Mantener el azúcar (glucosa) en la sangre en los rangos normales .

La cantidad recomendada diaria de esta vitamina varía según la edad de la persona, los adultos de 19 a 50 años deberían tomar 1,3 mcg al día; los hombres con 51 o más años, 1,7 mcg/día; las mujeres de este rango de edad 1,5 mcg/día y mujeres embarazadas 1,9 mcg/día.

Como otras muchas vitaminas, se pueden tomar complementos para cubrir esa posible falta de piridoxina. Pero si se consumen y nos excedemos de la cantidad diaria recomendada puede provocar una falta de control muscular o de coordinación de los movimientos voluntarios; lesiones en la piel dolorosas; acidez estomacal y náuseas; fotosensibilidad; entumecimiento y capacidad reducida para sentir dolor.