Habas

Las habas forman parte de la alimentación humana desde antiguo, tanto es así que existe constancia de su cultivo en palafitos Neolíticos. Fueron domesticadas hace más de 4.500 años y se mantuvieron a lo largo de los siglos con las civilizaciones egipcia, griega y romana. Con origen en Asia Menor y en el Norte de África, no fue hasta el siglo XVI cuando se extendió por toda Europa.

Si prestamos atención, las habas están tan ligadas a nuestra cultura que la encontramos en tradiciones como la del Roscón de Reyes y forman parte de nuestro lenguaje en expresiones como ‘tonto del haba’ (cuyo origen tiene que ver precisamente con ser la persona que encuentra el haba en el Roscón), ‘en todas partes cuecen habas’, para hablar sobre algo muy común, o ‘son habas contadas’ en referencia a algo escaso.

En la actualidad, España es el cuarto productor mundial de habas precedido por Marruecos, China y Perú y las provincias que encabezan la lista de productoras nacionales son las andaluzas Granada, Córdoba y Servilla.

Son una excelente fuente de proteínas vegetales y de hidratos de carbono. Como la mayoría de las legumbres, pueden consumirse secas, sin embargo, lo habitual y más recomendado es hacerlo frescas.

Se siembran en noviembre y tras crecer durante todo el invierno se recolectan de manera escalonada en primavera. Además, pueden recolectarse cuando aún están tiernas e incluir en la receta tanto el haba como la vaina o esperar a que estén más granadas y desgranarlas para tomar solo la semilla fresca, crujiente por fuera y tierna en su interior. Ricas en hierro y en fibra, resulta un alimento ideal para prevenir enfermedades cardiovasculares o la anemia.

Especialmente versátiles, pueden comerse en ensaladas, guisos, revueltos o tortillas y combinan con ingredientes tan típicos y autóctonos como la morcilla, la butifarra y el jamón o con otros más exóticos, aunque ya bien conocidos en nuestros fogones, como el miso.

- Como el resto de las legumbres , las habas son ideales para equilibrar una dieta, especialmente en los casos que se busque la pérdida de grasa ya que son muy saciantes. Además, contienen nutrientes esenciales y son ricas en fibra.

- Su contenido de potasio aumenta los niveles de agua en el organismo por lo que mejora la hidratación . Pero además, son muy adecuadas para la salud cardiovascular gracias a su fibra soluble, y para los huesos por su contenido en calcio.

- Rica en vitamina B y en tiamina colabora en el mantenimiento del buen funcionamiento del cerebro y, por tanto, de la memoria.

- Otros minerales relevantes en las habas son cobre, hierro , manganeso, fósforo, magnesio y zinc.

A algunas personas pueden resultarles indigestas, especialmente cuando son secas por lo que se recomienda tener en remojo durante 48 horas para que se hidraten bien y que queden bien cocidas. Además, la hidratación y la cocción adecuada favorecen la eliminación de los antinutrientes de sus semillas.

También deben masticase bien tanto para no tener digestiones pesadas como para evitar los gases que se pueden producir por su alto contenido en fibra . Por la misma razón no están recomendadas para personas con problemas intestinales, gastritis o diarrea.