Nutrición

Por qué se dice que la primavera la sangre altera y cómo aprovecharlo

Si con la primavera la naturaleza renace, también es el momento ideal para que nosotros reseteemos nuestra alimentación

La primavera provoca cambios en el cuerpo.
Niklas Gustafson

Niklas Gustafson

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Aunque no seamos del todo conscientes, nuestro organismo percibe los cambios de estación. El dicho popular 'la primavera, la sangre altera' tiene todo de cierto. Esta época del año favorece la secreción de feromonas , oxitocina , dopamina y noradrenalina , que afectan positivamente a nuestro estado de ánimo y nos animan a relacionarnos con otras personas. Nuestros ritmos biológicos cambian con el aumento de las temperaturas y la prolongación de los días.

La luz estimula la producción de serotonina y suprime la producción de melatonina. Estas hormonas, además de modular los niveles de energía y el estado de ánimo, regulan los ciclos sueño-vigilia. Modificamos nuestros horarios, nuestros hábitos, guardamos mantas y edredones… hasta los colores de la ropa y de la decoración se vuelven más alegres y luminosos como parte de pequeños rituales que nos despiertan del letargo del invierno.

Eso sí, no todas las personas reaccionamos igual al cambio de estación. En algunos casos, el exceso de energía puede tener un efecto rebote y provocar después cansancio o incapacidad para concentrarse. En otros, la adaptación a la primavera tarda y se produce, durante los primeros días, un estado de apatía, tristeza, fatiga o insomnio que se conoce como astenia primaveral .

Un nuevo ciclo

Si con la primavera, la naturaleza renace, también es el momento ideal para que nosotros nos reseteemos. Este año, además, lo necesitamos más que ningún otro, después de más de doce meses con restricciones de movilidad, con mascarillas, distancia social y demás medidas derivadas de la pandemia que nos están dejando mella tanto a nivel psíquico como físico.

Para empezar, el hecho de haber pasado menos tiempo al aire libre nos ha privado de una de las formas más sencillas de adquirir vitamina D , que es a través de la piel gracias a la luz solar. Precisamente una de las consecuencias negativas del déficit de vitamina D es quienes la padecen, sufren síntomas más graves y reflejan índices más altos de mortalidad frente al Covid-19. Y es que esta vitamina es esencial para nuestro sistema inmunológico , además de para cuidar nuestra salud ósea, nerviosa y muscular.

Con la llegada del buen tiempo y la reducción de las restricciones podemos disfrutar, con moderación, del sol. Simplemente 2 0 minutos al día de exposición solar pueden ser suficientes para producir la cantidad necesaria, teniendo en cuenta además que las personas de piel clara precisan menos tiempo para obtener los mismos resultados que quienes tienen fototipos más oscuros.

Por supuesto, además de a través de la piel, podemos adquirir la vitamina D que necesitamos a través de la alimentación. Algunos alimentos ricos en Vitamina D son las yemas de huevo, leche, pescado de agua salada e hígado.   

Verduras y frutas de temporada

Las verduras y las frutas son perfectas para la depuración y renovación que necesitamos en primavera. Probablemente por eso la naturaleza nos ofrece la mayor cantidad de ellas en estos meses. Nos aportan vitaminas y minerales. Son imprescindibles siempre, pero en estos meses aún más. Por supuesto, para mantenter una dieta equlibrada, debemos acompañarlas siempre de alimentos ricos en grasas saludables , que resultan saciantes.

Espárragos trigueros.

Dentro de este grupo, podemos destacar los espárragos trigueros. Deben su característico color verde a la beneficiosa clorofila, que ayuda a tonificar los músculos, calma los nervios y contribuye al buen funcionamiento de nuestro aparato digestivo. En esta época del año podemos encontrarlos en todos los supermercados y fruterías. Son especialmente buenos a la hora de hacer cualquier tipo de dieta ya que se componen de casi un 90% de agua, con un bajo aporte calórico y tienen mucha fibra natural que nos ayuda a eliminar líquidos y toxinas de la sangre. Nos aportan vitaminas A, C, E y especialmente B1, B2 y B6, y tienen antioxidantes y minerales esenciales como potasio, magnesio, calcio y fósforo.

Una receta deliciosa con espárragos para probar en estos días de primavera es la de espárragos envueltos en bacon , es muy fácil de elaborar y podemos dejarlos preparados con antelación para servirlos como aperitivo o como cena ligera. Simplemente introducimos los espárragos envueltos en finas lonchas de bacon y sazonados en el horno precalentado a 200º. Horneamos unos 10 minutos por cada lado y añadimos un toque final de pimienta.

Pimiento verde.

Otra verdura típica de esta temporada es el pimiento verde . Aunque podemos encontrarlo durante todo el año la temporada ideal de este alimento es ahora. Es muy rico en vitamina C, lo que beneficia a la piel, oído, vista y aparato respiratorio. Al igual que los espárragos, es bajo en calorías y muy versátil. Podemos incorporarlo a ensaladas, rellenos, salteados, asados e infinidad de platos más como con las brochetas de pollo, por mencionar algunos ejemplos.

Fresas.

Y si hay una reina de la huerta en primavera, esa es, sin duda, la fresa . Una de las frutas más deseadas, tanto para consumir sola como para incorporarla a incontables recetas:  smoothies, mermeladas o ensaladas, tortitas, muesli, gofres, etc. Son una gran fuente de fibra, magnesio y vitamina C, siendo diuréticos naturales que además protegen y mejoran el aspecto de la piel. Además, contienen una pequeña cantidad de ácido salicílico, de forma que suponen también un analgésico y antiinflamatorio natural.

Una recomendación para disfrutar de todos los beneficios de las fresas, es probarlas en un smoothie con avellanas. Solo hay que batir durante cinco minutos 7-9 fresas con dos cucharadas de avellanas, un plátano congelado, una cucharada de colágeno, un vaso de yogurt griego, 60 ml de agua (o leche si quieres una textura más cremosa) y cucharada de sal.

Junto a la fresa, todos los demás frutos rojos ( cereza , frambuesa) son también típicos de estos meses, al igual que los naranjas . Nísperos, albaricoques o melocotones son ricos en betacarotenos y nos ayudan a preparar la piel para el verano.

Además de estos ejemplos, en cada zona geográfica hay una amplia variedad de frutas y verduras de temporada. Si las consumimos ahora, no sólo notaremos una diferencia en el sabor y la calidad de las piezas, sino que además veremos un ahorro considerable a la hora de hacer la compra. Todo ventajas para una estación que nos invita a empezar de nuevo y hacerlo mejor: con más alegría, con buenos propósitos y muy buen sabor.

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